Renault dispondrá de un nuevo banco de pruebas de motores a partir del próximo mes, que debería proporcionar al fabricante de Fórmula 1 una mejor validación de la fiabilidad y ser compatible con motores más potentes.
El equipo del rombo se ha quedado atrás de Mercedes y Ferrari en la era híbrida. Para remediarlo ha estado invirtiendo en un nuevo banco de pruebas en sus instalaciones de Viry-Chatillon en Francia.
El nuevo banco de Renault, que podrá utilizarse a partir de febrero, le permitirá identificar problemas que hasta ahora solo podía identificar en pista.
Se puede adaptar para probar trenes motrices completos con motores de aspiración natural, turboalimentados o eléctricos, y es lo suficientemente grande como para albergar un coche de Fórmula E.
“La idea es dar otro paso adelante en términos de validación, con el mayor número posible de componentes que eventualmente funcionarán en pista, poco antes de que el coche en sí mismo funcione”, dijo a Autosport el jefe de desarrollo de equipos de Renault, Laurent de Bailleul.
“Esta etapa final de validación permite una mejor preparación antes de la primera carrera. Ese es el verdadero potencial”.
“Ahora, veremos estos problemas unas semanas antes, en Viry-Chatillon, así que estaremos mejor preparados para las primeras sesiones de pruebas, en las que se supone que podremos correr y obtener kilometros en lugar de encontrarnos con problemas.
“Estas son a veces muy básicas, pero pueden tomar tiempo para ser identificadas en la pista y privarnos de tiempo en los test…”
“…mientras que las horas de prueba son limitadas diariamente y los días de prueba son limitados anualmente”.
Renault está preparando la ampliación de sus 19.000 metros cuadrados de instalaciones de Viry-Chatillon, que se han utilizado para diseñar motores F1 desde que la marca se unió a la F1 a finales de los años 70, en unos 4.000 metros cuadrados.
Esta ampliación es a la que se trasladará, entre otras cosas, el departamento de montaje de motores.
El banco de pruebas también forma parte del panorama general de Renault, ya que también tendrá la capacidad de manejar motores con mayor potencia, en caso de que la F1 lo haga con su revisión de las normas 2021.
“Estamos anticipando la obsolescencia de los equipos, ya que la vida media de un banco de pruebas es de unos 10 años, y este banco de pruebas en particular estaba llegando a su fin.
“Fue una buena oportunidad para lanzar este proyecto”.
“También queríamos anticipar el cambio de regulación en 2021”.
“Este banco será más potente y nos permitirá probar motores más potentes”, finalizaba de Bailleul.
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