La escudería lleva desde 2007 sin conseguir el Mundial de pilotos y desde 2008 sin un título de constructores, por lo que este año aumentarán la inversión a 450 millones de euros para volver a ganar
Ferrari consiguió su último campeonato de Constructores hace casi once años, en 2008, mientras que la última vez que uno de sus pilotos alzó un Mundial fue en 2007 con Kimi Räikkönen.
La sequía de la Scuderia es algo que empieza a pesar, por lo que Louis Camilleri, CEO de Ferrari desde el fallecimiento de Sergio Marchionne, ha asegurado que habrá un aumento en la inversión para que en 2019 puedan ganar el Mundial. “En 2018 logramos nuestro mejor resultado desde la última vez que ganamos el Mundial, y para 2019 el objetivo es ganar. Habrá un aumento en la inversión para lograr dicha meta”, ha asegurado en declaraciones a la agencia de noticias GMM.
Además, distintas fuentes de la prensa italiana han asegurado que el presupuesto de los de Maranello en 2018 fue de 430 millones de euros, en torno a 20 millones menos que Mercedes, por lo que se prevé que este año esa cifra se eleve hasta las 450 millones.
Ferrari tiene la necesidad de terminar con 11 años de sequía
2007 fue uno de los últimos años de gloria del equipo de Ferrari, ya que Räikkönen logró el Mundial de pilotos y el Mundial de Constructores tras una lucha con Alonso y Hamilton. Un año después, Massa luchó por el título hasta la última carrera y perdió el Mundial en la última curva del Gran Premio de Brasil, frente a Lewis Hamilton por un solo punto. Aun así, la Scuderia levantó el título de constructores.
En 2009, Ferrari tuvo uno de los peores inicios de temporada de su historia, aunque poco a poco fue mejorando y terminaron en la cuarta posición en el Mundial de Constructores, aunque solo ganaron una carrera en todo el año. 2010 fue el año en el que Alonso comenzó a vestir de rojo, ganaron en Baréin, Alemania, Singapur, Corea y Monza, esta última victoria fue muy especial, ya que Ferrari no conseguía ganar en casa desde que lo hiciera Schumacher en el año 2006. A pesar de la gran segunda mitad de temporada que hizo el piloto español y que llegó a la última carrera siendo líder con ocho puntos de ventaja, perdió el título por cuatro puntos frente a Sebastian Vettel, por lo que el español se tuvo que conformar con el subcampeonato.
Sin embargo, 2011 no fue un buen año para los de Maranello, ya que no estuvieron al nivel de Mercedes ni de Red Bull y tan solo consiguieron una victoria en toda la temporada. Por tanto, los cambios no tardaron en llegar y a mitad de año sustituyeron al director técnico, Aldo Costa, por Pat Fry. En 2012 proponían un enfoque más agresivo en el diseño del coche y aunque las primeras carreras no fueron según lo previsto, en el ecuador del Mundial Alonso se puso líder. No obstante, este tampoco sería el año de los de rojo, ya que Vettel y Red Bull volvieron a ganar ambos Mundiales, y Ferrari se tuvo que conformar con la segunda plaza.
En 2013 tuvieron buenas sensaciones al comienzo de la temporada, pero algunos fallos en la estrategia y problemas técnicos hicieron que perdieran demasiados puntos. A mitad de año comenzaron a quedarse atrás y se vieron superados por sus rivales, por lo que la Scuderia tan solo consiguió un tercer puesto. 2014 fue el año en el que se introdujeron los motores híbridos V6 y también el último año de Alonso en el equipo, Ferrari no consiguió ni una sola victoria ese año, siendo su primera temporada desde 1993 sin subir a lo más alto del podio. A consecuencia de esto, Montezemolo dimitió y Sergio Marchionne ocupó su lugar como presidente.
En 2015 llega Vettel al equipo y Ferrari protagoniza un gran inicio de temporada, y aunque el equipo da un gran salto y pasan de ocupar la cuarta posición a la segunda, todavía les queda un paso más para alcanzar a Mercedes. En 2016 no demostraron ningún progreso significativo en cuanto a rendimiento, a pesar de que Vettel consiguió siete podios y Räikkönen, cuatro.
En 2017, Ferrari sorprendió ganando la primera carrera del año. Vettel terminó la primera mitad de la temporada con el primer puesto en el Mundial de pilotos, pero tras los abandonos en Singapur y en Japón, así como la penalización que sufrió en Malasia por un fallo en la unidad de potencia, se tuvo que volver a conformar con la segunda posición. A comienzos de 2018 parecía que este iba a ser el año de los de rojo. El SFH71H parecía el mejor coche de la parrilla, las dos victorias de Vettel en las dos primeras carreras dieron alas a los de Maranello. Sin embargo, los distintos errores en la segunda mitad de temporada, como el fallo de pilotaje de Vettel en Alemania o los distintos errores de estrategia en otros Grandes Premios, le dieron el Mundial a Hamilton en el Gran Premio de México, a falta de una carrera para el final de la temporada.
Después de los últimos años, no hay margen para el error en Ferrari. Además, en Maranello están convencidos de que han tenido el mejor motor en los últimos dos años, sobre todo en 2018, por lo que no pueden volver a fallar. Por este motivo, hace unos meses que Mattia Binotto, el que fuera director técnico de Ferrari, sustituyó a Maurizio Arrivabene como director deportivo de la escudería. Además, este año contarán en sus filas con Charles Leclerc, el joven piloto procedente de Sauber que ha demostrado su gran talento con tan solo 21 años.
No osbtante, esta no es la mayor época de sequía de los italianos, ya que en Maranello estuvieron 21 años sin ver un título, entre el que consiguió Scheckter en 1979 y Schumacher en el 2000. Aun así, durante el invierno todo el equipo ha trabajado duro para tener el mejor coche, además de poner fin a todos los errores, tanto técnicos como de fiabilidad; además de darle a sus pilotos la confianza necesaria para que no cometan fallos.
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