La IndyCar se plantea de nuevo la aventura de salir de América

Inicio de la carrera de Surfers Paradise de 2008 | Youtube

Seis largos años han pasado desde la última carrera de IndyCar Series lejos de tierras norteamericanas. Seis años de aquella mítica carrera con final de infarto en Sao Paulo, en donde James Hinchcliffe se hizo con el triunfo en la última curva frente a Takuma Sato. Poco más de un lustro en donde la máxima competición de monoplazas al margen de la FIA sale del continente en el que parece estar encerrada.

Bien es cierto que muchos de esos proyectos terminaron de mala manera. Desde un intento de Gran Premio frustrado en las calles de Qingdao, China en 2012; la eliminación del Indy Japan 300 debido a problemas con las infraestructuras tras el terremoto de 2011, o un retorno a Surfers Paradise (Australia) en 2008 después de 13 años (en 1995 la CART celebró su segunda prueba del campeonato en el famoso circuito urbano).

También está en la memoria de muchos el terrible accidente de Alex Zanardi durante una disputa de la CART en el Eurospeedway de Lausitz, en donde el italiano perdió las dos piernas.

Hinchcliffe gana la última carrera de Sao Paulo | IndyCar.com

Quizás sea por estos episodios y por la difícil gestión que conlleva celebrar un evento de estas características por lo que la organización del campeonato no se ha vuelto a plantear carreras más allá de las pruebas en Canadá. Hoy por hoy, Estados Unidos es el mercado ideal para que la IndyCar se desarrolle, mientras que el resto del mundo está monopolizado por la Formula 1.

Pero en una IndyCar con más y más pilotos extranjeros, especialmente de fuera de Norteamérica (Sato, Power, Dixon, Bourdais…) y con nuevas incorporaciones (Rosenqvist, Ericsson, Fernando Alonso…), lo más adecuado es reconquistar territorio, y Surfers Paradise (el ya mencionado circuito urbano de Australia) se presenta como la opción más razonable, debido a que dos de las grandes estrellas de la competición, Will Power y Scott Dixon, son procedentes de Australia y Nueva Zelanda respectivamente. Un mercado que no está siendo explotado como debería por la directiva americana.

Scott Dixon luce la bandera neozelandesa | IndyCar.com

Mark Miles, uno de los altos cargos en IndyCar, afirma que una carrera fuera de América sería un inicio “perfecto” para una temporada. Declara que “el comienzo perfecto para él sería empezar en extranjero y volver a San Petersburgo para coronar al campeón en América”.

Descarta de primeras volver a Japón por el clima que tienen en febrero en la isa del sol naciente. México también se sitúa como una opción para esta carrera en el extranjero, no solo por su cercanía con Estados Unidos, sino por la presencia de Patricio O´Ward en la categoría, quien atrae a mucho público mexicano a la categoría.

Pero sin duda destaca la posible negociación de un GP en Australia, por la presencia de los grandes pilotos ya mencionados y por el “anhelo nostálgico” que genera esta carrera.

De momento, la temporada 2019 seguirá la tendencia de sus predecesoras y disputará todas sus carreras en territorio estadounidense, a excepción de la prueba de Toronto. Este año destaca la incorporación del Circuito de las Américas al campeonato, que será la segunda prueba, y la marcha de Sonoma para que Laguna Seca ocupe su plaza mucho tiempo después.

La IndyCar echa a rodar la semana que viene, de nuevo en San Petersburgo, y las dudas de la pretemporada se resolverán de una vez por todas.

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