La Fórmula Uno se encuentra a pocas horas de dar el pistoletazo de salida a la nueva temporada 2019. Por primera vez en este Siglo XXI, no se hablará de Fernando Alonso en España como el piloto referente.
En esta ocasión, de nuevo vuelve a haber una sola representación española en la máxima categoría el automovilismo. Se trata de Carlos Sainz, el madrileño comienza su cuarto año en F1 y este es su tercer equipo, debutó en Toro Rosso, continuó con Renault y ahora aterriza en McLaren, ya sin Red Bull a sus espaldas.
No será un camino lleno de rosas, Sainz nada más llegar a Australia lo primero que ha hecho es mostrar la realidad del MCL34, aun lejos de ser competitivo: “Las expectativas son bajas en el equipo. Queremos mantener nuestras expectativas bajo control, como ya se ha visto durante todo el invierno”, comenzaba diciendo.
“No sabemos dónde estamos, pero sabemos que hemos hecho nuestros deberes y que estamos mejor preparados que en otros años. No conocemos de verdad nuestro rendimiento. Empezaremos a saber dónde está el coche después de los Libres 2, entonces veremos qué podemos hacer”, decía Carlos para continuar.
Un nuevo comienzo es ilusionante, por el momento el piloto se encuentra bien para afrontar otro gran reto en su carrera: “Me siento muy bien. Estoy muy contento de estar por fin en mi primer Gran Premio con McLaren después de una espera tan larga. He esperado este debut con el equipo desde el test de Abu Dabi. Ahora es cuestión de que pasen las horas y que llegue el momento de subirnos al coche”.
También hubo un momento para ponerse triste. Esta mañana se conocía el fallecimiento de Charlie Whitin y Sainz se muestra apenado: “Para mí, es un comienzo muy triste. Con Charlie tenía una relación muy buena. Pasaba mucho tiempo con él fuera de las reuniones y detrás de las cámaras. Me he quedado en shock cuando me he enterado de la noticia. Me he quedado muy triste”.
“Charlie era una de esas personas que siempre estaban ahí para hablar. Me vino a ver en mi primer año en la Fórmula 1 para decirme lo bien que lo estábamos haciendo, pero también para señalarme que tendría que controlarme un poco en otras áreas. Disfrutaba de su presencia y de esos momentos. Lo voy a echar mucho de menos”, finalizaba Sainz.
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