En el día de ayer, Lucas de Grassi se llevó la victoria en Berlín, en la casa de su equipo, Audi. Una gran victoria para meterse de lleno en la lucha del Mundial a falta de tres pruebas para el final, doble en New York.
El brasileño salió tercero, tras estar a punto de llevarse la Pole horas antes. Se quitó a Stoffel Vandoorne pronto y después a Sébastien Buemi, colocarse líder y sin tener rivales claros.
Ni perdió tiempo al activar el Modo Ataque, ya que lo hizo durante un periodo de Full Course Yellow debido al abandono de Alex Lynn que se quedó en la pista parado a bordo de su Jaguar.
“Ha sido una carrera muy estratégica. Era una carrera donde teníamos que conservar la energía y nuestro coche se ha mostrado muy diferente. Ha sido genial ganar en la casa de Audi. Nos metemos en la lucha por el título de nuevo”, decía Di Grassi para la web del equipo.
El brasileño quizás no confiaba mucho en lo que podría pasar durante la carrear: “Antes de comenzar este fin de semana, pensé que con la práctica en un día diferente en una pista que normalmente no se usa mucho, así que es polvoriento, que hubiera sido prácticamente imposible calificar aquí en esta posición”, continuaba.
“Simplemente demuestra que tienes que trabajar duro y hacer lo mejor que podamos, las sorpresas pueden venir y esta es una muy buena sorpresa para mí”, expresaba para finalizar.
Di Grassi se coloca ahora segundo en la clasificación general llegando quinto para esta cita. Jean-Éric Vergne sigue al frente de esta clasificación.
El Team Principal, Allan McNish dijo lo siguiente: “Estoy extremadamente feliz por ganar con Audi en Berlín. Durante las prácticas libres no sabíamos donde realmente estábamos. Lucas rápidamente aseguró el liderato desde el tercer lugar en la parrilla”.
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