El pasado domingo fue un gran momento para Honda y Aston Martin Red Bull Racing. Por medio de un carrerón de Max Verstappen, los austríacos, motorizados por los japoneses, consiguieron la primera victoria de esta nueva era.
Tras una mala salida, Max Verstappen consiguió subir desde el séptimo puesto al primero, reafirmando su gran carrera y su increíble conducción.
Ambos compañeros de equipo corrieron a la par, hasta que el holandés comenzó a adelantar, quitándose de por medio primero a Lando Norris para posteriormente adelantar a Kimi Raikkonen.
Verstappen aprovechó su largo stint para alargar su parada hasta la vuelta 31, algo mas tarde que los demás, lo que le facilitó la pelea frente a un Lewis Hamilton que iba mas lento de lo normal. Tras esto, con Verstappen desatado, el holandés consiguió dar caza a Vettel y Bottas, adelantando a ambos. Max ya era segundo.
Su próxima víctima, Charles Leclerc. Para adelantar al monegasco tuvo que enfrascarse en una bonita lucha rueda a rueda que seguro que ya han presenciado, debido a la repercusión de este momento. Max Verstappen lideraba por fin y se proclamaría vencedor de la prueba.
Por parte de Pierre Gasly, otra triste actuación del piloto francés. Su primera parada fue algo pronto, en la vuelta 25, lo que hizo que fuera imposible ganar posiciones debido al alto gasto de sus neumáticos. Pudo adelantar a Raikkonen, pero se quedó entre los dos McLaren.
Los otros monoplazas con motor Honda terminaron décimo quinto y décimo séptimo. En décimo quinta posición terminó Alexander Albon. El Tailandés entró en al vuelta 35 para poner neumáticos duros, y termino por detras de Lance Stroll.
Mientras, Daniil Kvyat usó una estrategia similar a Albon, entrando a poner duros en la vuelta 32 para finalmente terminar décimo séptimo. Quizás el único punto negativo es que ambos Toro Rosso penalizaron al tener que sustituir su tercera unidad de potencia.
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