Quizás este fin de semana hemos vivido que será recordada en la historia de la Fórmula Uno. La cual ha sido protagonizada por la lluvia y sus múltiples estrategias.
Si el Gran Premio de Gran Bretaña hace quince días fue genial, el del Gran premio de Alemania ha sido mejor sin duda. Los dos Mercedes se han quedado sin puntos y el ganador ha sido Max Verstappen, mientras que Sebastian Vettel ha remontado desde la vigésima posición hasta la segunda.
La estrella: Max Verstappen
Sin ninguna duda. La salida del holandés no fue nada brillante, llegó a patinar y perdió una plaza con Kimi Räikkönen. La carrera se tranquilizó algo tras un Safety Car provocado por Sergio Pérez, en ese momento Verstappen colocaba neumático intermedio.
La pista se secaba y algunos se atrevían a poner neumático blando, pero a Max le pusieron el medio. Casi le cuesta muy caro, ya que hizo un trompo que pudo dejarle fuera de carrera. Aunque el Safety Car provocado por Charles Leclerc, del cual más adelante hablaremos, le permitió poner de nuevo los intermedios.
En ese momento, Hamilton chocaba con las protecciones teniendo que entrar a boxes para cambiar el morro, algo que le retrasó mucho. Verstappen, ya con esto, solo tenía que mantener la primera plaza y así lo hizo. La segunda victoria de la temporada y de Honda.
El estrellado: Charles Leclerc
No solo por la carrera, sino por el fin de semana. Desde el viernes liderando los entrenamientos libres, pero todo cambió en clasificación. Durante la Q3 su coche presentaba un problema que ni le permitía salir a pista. El drama en Ferrari era real, ya que en Q1 Sebastian Vettel quedó fuera.
El monegasco aseguró que iba a ir a por todas en carrera y si amaneces con lluvia más aún. Todo puede pasar y pasó. Estuvo en la lucha y quien sabe lo que hubiera podido pasar con él. Falló en la curva 17 una vez, no pasó nada.
Falló vueltas más tarde, otra vez, esta vez no pudo hacer nada y su coche acabó contra el muro. Intentó salir de la grave, pero no fue posible y dijo adiós a una carrera. Otro error más que servirá de aprendizaje.
La sorpresa: Daniil Kvyat
El de Toro Rosso salía decimocuarto, quien le diría a él que acabaría tercero. Se metió en pocos líos, no cometió errores y ha llegado a este lugar gracias a una gran estrategia y todos los pilotos que se han ido eliminando poco a poco.
El ruso consiguió deshacerse de Lance Stroll en pista, mientras rodaba tercero, pero no pudo tener mucha batalla con Vettel por esa segunda posición.
El duro: Sebastian Vettel
Tras un sábado intenso, el alemán ha conseguido reponerse. En clasificación se quedó fuera en la Q1 por un fallo en su turbo. Salir en última posición y llegar al podio no es nada sencillo. Como Kvyat, tampoco ha cometido errores y esta vez Ferrari si ha acertado en la estrategia.
Tras el último Safety Car, que provocó Valtteri Bottas, si fue capaz de tener un buen ritmo y sobrepasar a Stroll y Kvyat. Al principio de la carrera, el alemán no alcanzaba el ritmo esperado con el neumático intermedio, al fin y al cabo, eso ya es historia.
El espectáculo: la lluvia
Sin ella, no hubiera tenido la gran carrera que hemos vivido. Además, desde el principio, empezando detrás del coche de seguridad y dirección de carrera permitiendo que la salida se hiciera en parado.
Desapareció en la primera parte de la carrera, pero en la vuelta 22 volvió a aparecer dejando a varios pilotos en fuera de juego, como el caso de Sergio Pérez, Leclerc, Bottas, Hülkenberg. Ha sido más protagonista en el sector tres, en la curva 17, donde hasta siete pilotos han pasado por allí, unos con más o menos suerte.
La lluvia no solo ha dejado accidentes y bajas importantes. También múltiples estrategias que ha dejado un podio con Kvyat en la tercera posición.
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