Ferrari: Cinco errores de campeonato

Ferrari siempre ha sido un equipo que la luchado en la zona alta de la Fórmula 1 y que siempre ha estado metido en la batalla por los campeonatos del mundo. Los de Maranello han ganado un total de 15 Mundiales de pilotos. No obstante, hoy en día atraviesan una racha realmente negativa, ya que no saben lo que es ser campeones desde 2007, cuando Kimi Raikkonen ganó su primer y único título Mundial con el equipo rojo.

Desde aquel año 2007, Ferrari ha tenido cinco grandes oportunidades para volver a lo más alto de la Fórmula 1. Sin embargo, algunos errores de estrategia, de fiabilidad y otros errores de pilotaje les han impedido ganar ese título Mundial que tanto desean. 

2008: La famosa manguera de Massa en Singapur

Ferrari tuvo una gran oportunidad de revalidar su corona en 2008, no con Kimi Raikkonen (el cual tuvo un año muy irregular) sino con Felipe Massa, quien cuajó su mejor temporada de su carrera deportiva aquel año. Fue una temporada repleta de errores y resultados sorprendentes, en la que hubo muchas carreras bajo la lluvia. 

Ferrari tuvo el Mundial en su mano e incluso lo comenzaron a celebrar antes de tiempo, hasta que vieron que Lewis Hamilton con un adelantamiento en la penúltima curva, lograba el resultado que necesitaba y se proclamaba campeón del mundo.

Ferrari perdió aquel Mundial por tan solo 1 punto. Punto que perdió el mismo Massa en Singapur, cuando salió antes de tiempo de boxes y se llevó puesta la manguera, perdiendo una gran cantidad de tiempo y acabando la carrera fuera de la zona de puntos. En brasileño rodaba en las primeras posiciones cuando cometió aquel error que posteriormente le iba a costar el título. Si no se hubiese llevado puesta la manguera aquel día, quizá hoy en día hablaríamos de Felipe Massa como un campeón del Mundo de Fórmula 1.

Foto: Sutton Images.

2010: Ferrari cae en la trampa de Red Bull

Dos años después, llegó Fernando Alonso a Ferrari. El español llegó líder a la última prueba de la temporada en Abu Dhabi, habiendo cometido tan solo un error de pilotaje, cuando se fue contra el muro en Bélgica, perdiendo unos valiosos puntos. No obstante, a partir de ahí, Alonso no se bajó del podio y tuvo en su mano el tercer campeonato del mundo. El español luchó contra los Red Bull de Mark Webber y Sebastian Vettel por la corona.

Pese a que el australiano estaba más cerca de Alonso en el campeonato, el equipo Red Bull lo sacrificó y cuando hizo su parada lo metió en medio del tráfico. Ferrari no sabía nada de eso y decidió meter a Alonso una vuelta después para protegerse de Webber. El español salió por delante pero también se quedó atascado en el tráfico y no pudo pasar de la séptima posición. Mientras tanto Vettel, que dominó de principio a fin la carrera, cruzó la línea de meta primero y ganó su primer Mundial.

Ese error estratégico tan grave hizo que fuera despedido el jefe de estrategia Chris Dyer, el cual había sido uno de los miembros clave en los cinco títulos Mundiales de Schumacher. Ferrari mordió el polvo y fue un error tan grave, que costó tanto, que todavía no hay nadie en Maranello que no olvide lo que sucedió aquel día en el circuito de Yas Marina.

2012: El múltiple accidente de Spa arruina la temporada perfecta de Alonso

La temporada 2012 fue una de las más igualadas en cuanto a rendimiento. Los equipos tuvieron un nivel bastante parecido a lo largo de la temporada pero tan solo dos pilotos fueron capaces de luchar por el título hasta el final, Sebastian Vettel y Fernando Alonso. Ferrari no tenía un coche tan bueno como el Red Bull pero contaban con el piloto más regular que sin duda cuajó su mejor temporada en Fórmula 1 aquel año, Alonso.

Fernando no cometió ni un solo error en todo el año y el equipo también lo hizo bien en términos de estrategia. No obstante, los errores ajenos al equipo también le iban a costar caro a Ferrari. La única carrera en la que Alonso no puntuó en 2012 fue en Bélgica, donde un accidente provocado por Romain Grosjean le impidió pasar de la primera curva.

Finalmente, Alonso acabó perdiendo el Mundial por tan solo 3 puntos, los que tranquilamente podría haber anotado en Spa. El ritmo del Ferrari dejó mucho que desear aquel fin de semana pero tenían coche como para salir del circuito con unos 6 u 8 puntos bajo el brazo. Este error de Grosjean tuvo mucho que decir en el desenlace de aquel campeonato.

Accidente en la salida del GP de Bélgica 2012. Foto: Sutton Images.

2017: La fiabilidad impide a Vettel luchar con Hamilton

Tras tres años en los que en Ferrari no podía hacer nada contra el Mercedes, por fin los italianos hicieron un coche capaz de competirle de tú a tú a las flechas plateadas. Vettel cuajó una gran primera mitad de año y se marchó líder al parón de verano. No obstante, la segunda mitad de campaña iba a ser una para el olvido, ya que iba a estar repleta de errores de fiabilidad que arruinaron las opciones de ser campeones del mundo a Ferrari.

El desastre empezó en Singapur, un circuito en el que Ferrari dominó durante los entrenamientos libres y la clasificación. Este primer error no iba a ser del coche sino de Vettel. El alemán fue demasiado agresivo en la salida con Verstappen e hizo que este tocara a Raikkonen. El holandés y el finés no pasaron de la primera curva, Vettel pudo continuar unas curvas más pero no iba a tardar en irse contra el muro, ya que su coche había quedado dañado en la salida. Ese 0 en un circuito tan favorable a Ferrari hizo mucho daño al equipo, y más aún viendo que Hamilton fue quién acabó ganando la carrera.

Tras ello, llegó Malasia donde un problema de motor impidió a Vettel tomar parte en la clasificación, teniendo que salir último en carrera. El alemán logró recuperarse y firmar un cuarto lugar, pero perdió otros 6 puntos con el británico. En Japón nada iba a ir a mejor, Vettel se vio obligado a abandonar la carrera de nuevo por un problema de motor, firmando su segundo 0 en tres carreras y quedándose a 59 puntos de Hamilton. Dos carreras después, el británico se proclamó campeón del mundo.

2018: Los múltiples errores de Vettel

Por primera vez en toda la era híbrida, Ferrari contó con el coche más completo de la parrilla. Los de Maranello tuvieron un gran inicio de temporada, en la que tras ganar en Silverstone se hicieron con el liderato de ambos campeonatos del mundo. No obstante, a partir de ahí iba a comenzar la declive del equipo y sobre todo, de Vettel. Esta vez no falló su coche (el de Raikkonen sí que fallo eso sí) sino que falló él. Todo empezó en Alemania, donde se fue contra las protecciones en la curva 13 tras haber dominado toda la carrera de principio a fin. Posteriormente, Hamilton ganó la carrera y recuperó el liderato del Mundial.

El equipo se recuperó en Bélgica, con una victoria del alemán pero en Monza todo explotó. Hamilton le ganó la posición a Vettel en la primera vuelta y este último acabó trompeando, perdiendo la batalla y la carrera. El británico amplió su ventaja a 30 puntos y daba un gran golpe al campeonato. El alemán volvió a cometer dos errores, en los que volvió a trompear cuando quería adelantar en Japón y en Estados Unidos. Todo eso fue suficiente para que Hamilton de nuevo a falta de dos carreras ganarse su quinto título Mundial.

Accidente de Vettel en Alemania. Foto: Sutton Images.

Perder este campeonato hizo mucho daño tanto a Ferrari como a Vettel. La imagen del alemán quedó muy dañada en 2018 y todavía no se ha recuperado del todo. Los de Maranello esperan acabar con esta mala racha lo antes posible y no tener que esperar de nuevo 20 años para volver a dominar la Fórmula 1.

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