Se sufrió, tanto desde el muro como desde el coche. Charles Leclerc consiguió la primera victoria de Ferrari en Monza de la era híbrida y la primera desde el año 2010.
No fue sencillo mantener a Lewis Hamilton detrás y luego a Valtteri Bottas, aunque este último con menos intensidad. El monegasco cometió varios errores, el más sonado en la curva uno y también recibió una bandera blanca y negra a modo de advertencia.
“Cometí algunos errores, pero al final terminé primero. Muy contento con esto. Necesito tener cuidado con los errores, pero obviamente ninguno de ellos me hizo perder el puesto hoy”, decía nada más bajarse del coche.
“Lewis rara vez comete errores, así que obviamente tuve que mantenerme en ello. Hice algunas, que nunca me costaron un puesto, una vez estuvo muy, muy cerca. Fue una locura y finalmente, en las últimas dos vueltas, comencé a creer que la victoria era posible, continuaba al respecto.
Ferrari sorprendió al montar el compuesto duro a Leclerc, mientras que Mercedes montaba el medio. Sin apenas haberle probado, fue la mejor elección: “Creo que la estrategia fue buena. Obviamente estábamos en una situación difícil porque teníamos a los dos Mercedes detrás. Fue muy complicado, pero al final creo que tomamos la decisión correcta con el duro”.
Leclerc fue mirado con lupa, sus movimientos, su defensa, pero como buen piloto que ha demostrado que es, aprende de lo que sucede a su alrededor: “Creo que Austria me ayudó a cambiar este enfoque y hoy también es gracias a esto que he logrado ganar. Obviamente estaba muy al límite, pero… sí, estoy feliz de correr así”, afirmaba.
A pesar de que Ferrari ha conseguido dos victorias, Charles quiere calmar a los fans: “Creo que esperábamos que Spa y Monza fueran muy buenas carreras para nuestro automóvil, pero también sabemos que las próximas carreras serán mucho más difíciles para nuestro automóvil”, finalizaba.
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