Tras finalizar el Gran Premio de Japón, Racing Point presentaba una queja oficial a los comisarios, ya que aseguraban que los dos Renault infringían el Reglamento Técnico de la Fórmula Uno.
El documento presentado por el equipo de Lawrence Stroll aseguraba que los franceses habrían utilizado un “sistema de ajuste predeterminado del balance de frenada”. Los informes de la FIA confirmaron que la protesta la había llevado a cabo un ex empleado de Renault.
Racing Point tenía claro que estaban infringiendo el artículo 27.1 del reglamento, el cual dice que los pilotos deben de conducir sin ningún tipo de ayuda. También que se saltaban los artículos 11.1.3, 11.1.4 y 8.6.3 de los reglamentos técnicos que prohíben los dispositivos con motor que alteran el equilibrio de los frenos, o cualquier sistema no controlado por el piloto.
Renault también mandó un comunicado a la FIA, con datos confidenciales que no se han hecho públicos, asegurando que su sistema de ajuste de polarización del freno no utilizaba un disparador de distancia de vuelta, y estaba dentro de las reglas técnicas.
Los comisarios del GP de Japón se reunieron a través de teleconferencia junto a la FIA y se ha decido descalificar a los dos Renault porque este sistema de frenado era controlado por los pilotos con botones instalados en el volante, es decir, ayudas para ellos. Realmente la descalificación es por esto, ya que han considerado que los demás aspectos técnicos del reglamento no se están infringiendo.
El comunicado finaliza diciendo: “El sistema de ajuste del equilibrio del freno en cuestión, actúa como una ayuda al conductor, al evitar que el conductor tenga que hacer una serie de ajustes durante una vuelta. Existe una clara distinción entre este sistema y uno que proporciona un control real de retroalimentación, que podría ser un sustituto de las habilidades o reflejos del conductor. Sin embargo, sigue siendo una ayuda y, por lo tanto, contraviene el Artículo 27.1 del Reglamento Deportivo de Fórmula Uno de la FIA”.
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