15 de marzo del 2015. Primera carrera de la temporada disputada en Australia. La noticia más destacada de ese fin de semana es la baja de Fernando Alonso por el extraño accidente que sufrió en pretemporada. Por lo demás, lo esperado; sin embargo, en clasificación se produce algo extraño, ya que un debutante consigue colarse con un Toro Rosso en la Q3. Ese hombre es un tal Carlos Sainz, reciente campeón de la Fórmula Renault 3.5 Series e hijo de un campeón del Dakar; no obstante, esto último da igual, ya que Sainz ha conseguido, gracias a sus actuaciones, moldearse un nombre propio. De esta manera, a base de buenas actuaciones, Carlos cumple este fin de semana 100 Grandes Premios en la Fórmula 1, cifra de la que muy pocos pilotos pueden presumir.
Temporada 2015
Carlos Sainz llega a Toro Rosso junto a su compañero de equipo Max Verstappen. Las jóvenes promesas se enfrentaban en la que, quizás, fue una de las mejores duplas de Toro Rosso en su historia. La igualdad entre ambos fue tremenda: si contamos las carreras donde ambos terminaron la carrera, el balance fue de 6-6; sin embargo, lo que cuenta es la puntuación final, y la gran cantidad de abandonos por parte de Sainz -un total de 7- hizo que Max ganara 49 a 18. Pese a esto, la velocidad estaba ahí, reconocida por el mismo jefe de Toro Rosso, Franz Tost. “Carlos tiene una velocidad similar o igual que Max”, afirmó. En esta temporada empezó esa extraña relación entre el madrileño y Red Bull, una relación algo tóxica.
Temporada 2016
Verstappen le había cogido ventaja a Sainz. Su talento al volante y su fuerte carácter era un caramelo para Red Bull, por lo que su salto ‘al primer equipo’ era cuestión de tiempo. Más temprano de lo esperado, Verstappen fue ascendido con todo mérito, e incluso logró ganar en su debut.
Por su parte, Carlos seguía en las sombra, a la espera de la oportunidad que años más tarde nunca llegó. Consiguió puntuar con regularidad hasta Hungría, superando constantemente a su nuevo compañero Daniil Kvyat. A partir de Bélgica, el bajo rendimiento del monoplaza hizo mella, por lo que se quedó sin puntuar hasta la recta final, donde dos sextos puestos en Estados Unidos y Brasil le hicieron redimirse. Finalizó la temporada en la 12ª posición, y gracias a sus puntos Toro Rosso quedó 7ª en constructores.
Temporada 2017
El año de su asentamiento. Carlos lo hizo todo por Toro Rosso, ya que su compañero de equipo apenas conseguía puntuar, y Red Bull hizo poco por Carlos. Grandes actuaciones que llamaron la atención de toda la parrilla, menos a los austriacos. Por un motivo que desconocemos, la marca de bebidas energéticas nunca confío en Carlos, y a final de año decidió cederle a Renault para disputar con los franceses las últimas carreras. Un supuesto premio a su rendimiento que más bien fue una excusa para deshacerse de él.
En este año queda para el recuerdo el cuarto puesto cosechado en Singapur. Su mejor posición hasta la fecha en las 100 carreras, aunque esperamos que pueda superarlo, con el premio que supone eso.
Temporada 2018
Carlos Sainz afrontaba esta temporada como la primera vez que tenía un coche ‘competitivo’. Seguía siendo piloto Red Bull, pero cedido en Renault. Enfrente tenía a uno de los pilotos más infravalorados de la actual parrilla, Nico Hulkenberg.
La temporada de Carlos fue correcta, sin más. Alternó buenas actuaciones con otras en las que quizás estuvo por debajo de su nivel; sin embargo, compitió de tú a tú con un piloto como Hulkenberg, ganándole en algunas ocasiones.
No obstante, el rendimiento de Carlos no sería la peor noticia del año. Renault anunciaba a Ricciardo como piloto para las próximas temporadas. Esto, unido a que Hulkenberg tenía contrato en vigor, provocaba que Carlos se encontrara sin asiento para la temporada 2019. Además, al parecer Red Bull bloqueó todas las opciones de renovación…
Finalmente, y tras la marcha de Fernando Alonso, McLaren anunció a Carlos Sainz como nuevo piloto para el año 2019. Un paso atrás, a priori.
Temporada 2019
Si 2017 fue la su asentamiento, 2019 ha sido la de su consagración. Carlos se deshacía por fin del yugo de Red Bull, y fichaba por dos temporadas con McLaren. Un supuesto paso atrás si tenemos en cuenta el rendimiento de McLaren temporadas atrás.
En la Fórmula 1 todo es impredecible, sino que se lo digan a Jenson Button cuando fichó por Brawn GP. Salvando las evidentes diferencias, algo parecido le ha pasado a Carlos. Los de Woking por fin le han dado un coche lo suficientemente competitivo para demostrar su verdadera velocidad. Y lo mejor está por llegar, ya que McLaren parece que, al final, ha asentado una buena base para poder ser la escudería de antaño.
La temporada de Carlos es impecable. El mejor del resto con mucha diferencia, demostrando un ritmo que a veces se acerca más al top 6 que al resto. La carrera de Austria fue una pequeña demostración de lo que podría hacer Carlos si tuviera un coche para luchar por podios y victorias. Además, la FOM poco a poco le está teniendo más en cuenta.
Hasta la fecha estamos viendo al mejor Carlos Sainz, pero no hemos visto su máxima capacidad de rendimiento. Si él quiere, a base de esfuerzo, puede llegar a ser un piloto igual que Verstappen o Leclerc. Todos confiamos en Carlos.
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