El piloto mexicano ha participado en un test con el nuevo aeroscreen, que ha supuesto la primera toma de contacto de McLaren con la categoría.
Sebring fue el circuito elegido para el segundo test con el nuevo elemento de seguridad que instaurará la categoría en 2020.
Con Patricio O’Ward a los mandos, las primeras vueltas del McLaren SP en la IndyCar llamaron la atención por el espectacular diseño del monoplaza de McLaren.
El equipo confirmó que dicho diseño es provisional y no tiene que ver con la futura decoración del equipo para la temporada 2020.
O’Ward, además, ha utilizado este test como toma de contacto con la categoría tras disputar el pasado año la Super Fórmula japonesa.
“Fue realmente bueno regresar, y creo que me adapté bastante rápido. La posición del asiento en comparación con el Super Formula es muy diferente, por lo que me llevo un par de vueltas acostumbrarme a ello”, comentaba.
“En cuanto al frenado, el IndyCar es muy diferente, pero la aerodinámica y la potencia son bastante similares. Utilicé cinco juego de neumáticos y realicé unas 20 vueltas con cada uno”.
El piloto mexicano valoro su primer día con el aeroscreen, diseño alternativo al halo que utilizan en la Fórmula 1.
En un principio, la visibilidad no parece ser un problema para los pilotos, pero los quebraderos de cabeza parecen ir en el ámbito de la aerodinámica, ya que los ingenieros tendrán que trabajar con el flujo de aire que se genera con este nuevo elemento.
“El AeroScreen está bien, en cuanto a la visibilidad, podemos ver bien. Creo que encontramos una buena solución para canalizar más aire en el cockpit. Todavía estamos trabajando para encontrar una mejor solución para dirigir el aire hacia el AeroScreen. En general, ha sido un buen día para mí y para el equipo“, finalizaba O’Ward.
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