McLaren ha confirmado que no entrará en el Mundial de Resistencia con un hypercar y, si lo hacen, quieren hacerlo con los nuevos DPi que llegarán a IMSA.
La normativa de hypercars entrará en vigor en el WEC en la temporada 2020/2021; sin embargo, Zak Brown, director ejecutivo de McLaren, asegura que no construirán un hypercar porque no está dentro de su alcance económico. Además, él mismo fue partidario de unificar las reglas DPi 2.0 que entrarán en vigor en 2020, por lo que los dos coches podrían competir en el WEC.
Construir un hypercar le costaría a McLaren en torno a 36 millones de euros, cifra que no está a su alcance. “Con las reglas existentes hoy en día, creo que tendríamos dificultades para llegar económicamente. Tengo que ser responsable, especialmente con el equipo de Fórmula 1, que necesita unos años para reducir sus pérdidas”, ha expresado en declaraciones al portal Motorsport.com.
Brown recalca que no puede entrar en ninguna nueva categoría del automovilismo a corto plazo sabiendo que tendrán pérdidas. Por tanto, la única forma de volver a la resistencia sería si IMSA y el WEC llegan a un acuerdo.
“Tiene que haber una diferenciación entre un McLaren y el coche de otro fabricante; debe haber algo de autenticidad. Por lo que entiendo de las regulaciones DPi 2.0, podríamos construir un coche de carreras que tenga ADN McLaren: estilo, motor, caja de cambios, híbrido, algo de eso o todo eso”.
Por tanto, afirma que, una vez que se definan las reglas y comprendan la situación, reaccionarán, ya que ahora mismo no se sienten presionados para incorporarse en una temporada en concreto. “Tenemos un gran programa en América del Norte en este momento en IndyCar, por lo que donde realmente queremos estar es en el WEC, porque toca otras partes del mundo”, ha añadido.
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