Pese a que el monoplaza Gen 2 de Fórmula E se encuentra aun en su segundo año útil y aun falta una temporada más antes de que la categoría de paso a la siguiente evolución, los mandamases del certamen ya están empezando a pensar y desarrollar el monoplaza que sucederá al actual.
La nueva evolución se basará en tres puntos: un aumento de la potencia, una mayor ligereza del coche y la introducción de un sistema de recarga rápida de la batería que supuestamente volvería a permitir que se introduzcan paradas en boxes.
Para empezar, respecto al aumento de potencia, los pilotos podrían utilizar hasta 350kw en momentos puntuales como podrían ser durante la clasificación o en los momentos en los que los pilotos seleccionados utilizaran el Fanboost. Por otro lado las potencias de regeneración oscilarán entre los 250 y 350kw en la parte trasera y entre los 250 y los 200kw en la delantera.
El monoplaza por otro lado también será más pequeño, ya que medirá 1,7m de ancho y 5m de longitud (el anterior medía 1,77m de ancho y 5,16m de longitud). Eso conlleva que el peso mínimo con piloto incluido se reducirá de 900kg a 780, con lo que el monoplaza será más ligero.
Por último, la novedad más llamativa que podría incorporar el monoplaza es un sistema de recuperación de carga rápida que debería recargar en 30 segundos la potencia total de las baterías, con lo que esto implicaría la introducción de nuevo de las paradas en boxes. Eso sí, seguiremos sin volver a ver de momento aquellas imágenes de pilotos saltando de un monoplaza a otro en mitad de carrera porque las baterías de un monoplaza no podían completar la carrera entera.
Veremos en que aspectos estos cambios afectan al desarrollo de las carreras en la competición, pero lo que es seguro es que con la reintroducción de las paradas en boxes, aparecería una nueva variable a tener en cuenta que pueda hacer las carreras más complejas y, por tanto, más emocionantes.
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