Scott McLaughlin se trata de un piloto neozelandés que ha estado disputando el campeonato de los V8 Supercars estos últimos años. De hecho, ha sido el campeón del certamen en estos dos últimos años, siéndolo de forma aplastante en 2019. Ambos campeonatos los ha conseguido a los mandos de un Ford Falcon del equipo DJR Team Penske.
Con motivo de sus grandes resultados en Australia, Penske le quiso dar el premio de poder probar un IndyCar en un test en Sebring. Allí también rindió por encima de lo esperado, lo que llevó a Penske a plantearse la idea de poder inscribir a McLaughlin en alguna carrera a lo largo de la temporada, lo que finalmente ha llevado a que lo inscribieran en el Gran Premio de Indianápolis que se disputará el 9 de mayo.
De esta manera, McLaughlin tendrá su primera experiencia en monoplazas desde sus tiempos en la Fórmula Ford y llevará el cuarto coche del equipo Penske. En principio llevará el dorsal número 2 ya que el 1 lo llevará Josef Newgarden que se trata del vigente campeón de la categoría.
Aparte de esta carrera, McLaughlin participará también en los test que se realizarán en Austin, utilizando el mismo monoplaza. Por otro lado, lo que sí que el neozelandés no ha podido conseguir es un volante para las 500 Millas de Indianápolis, ya que su coche en estas dos participaciones está reservado para Hélio Castroneves, varias veces ganador en el mítico óvalo y siempre candidato a la victoria.
“Tengo muchas ganas de poder correr contra algunos de los pilotos más famosos del mundo en uno de los circuitos más míticos. Tengo la motivación necesaria para ganar el 3r campeonato en los V8 Supercars pero también me motiva un montón este nuevo reto. Correr para Penske es uno de los sueños que todo piloto tiene, con lo que tengo que aprovechar al máximo la oportunidad. En los test de Austin podré entender mejor el coche y eso me hará estar más preparado para la carrera”.
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