Tras la cancelación de las 1000 millas de Sebring, sexta prueba del campeonato del mundo de resistencia, el CEO de la compañía, Gerard Neveu, habló en una entrevista con Motorsport.com sobre las razones que llevaron a tomar esa decisión.
La principal razón fue la prohibición de vuelos desde Europa, por parte del presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Neveu comentó sobre el momento en que decidieron cancelar la carrera. “Como saben, habíamos estado monitorizando la situación de cerca pero, tan pronto como el presidente Trump anunció la prohibición de los vuelos desde Europa, supimos que no teníamos otra opción que cancelarlo inmediatamente. Muchos de los miembros de nuestro paddock vienen de la zona Schengen (la zona Schengen está compuesta por 26 países de Europa), por lo que sería imposible hacer la carrera sin ellos”.
“Actuamos rápidamente cuando tantos miembros del equipo -los nuestros en el WEC y nuestros competidores- estaban a punto de subir a los aviones para venir a Florida. Publicamos la noticia lo antes posible en Europa para avisar a la gente de que cancelara o cambiara de planes”.
¿Se iba a correr en Sebring?
Sobre las posibilidades de correr, el CEO anunció que antes de la declaración de Trump, ellos pensaban en correr: “Trabajando junto al IMSA y el circuito de Sebring, y teniendo en cuenta el consejo de la Organización Mundial de la Salud y las autoridades sanitarias federales y estatales de los EE.UU. que tuvimos a diario antes del 11 de marzo, no era necesario tomar esta decisión antes. Seguíamos adelante. Había preocupaciones, por supuesto, especialmente respecto a la situación en Italia, que estábamos evaluando pero, a las 5 de la tarde de ayer, todavía era posible correr en ese momento”.
Manifestó que la categoría se enfocará en proteger al personal y ver como solucionan a corto plazo: “Nuestra primera y mayor preocupación es sobre la gente afectada por el virus, dondequiera que estén. En primer lugar, tenemos que cuidarnos unos a otros y permanecer juntos, apoyándonos unos a otros, para superar la pandemia del coronavirus”.
“Dicho esto, como tantos otros campeonatos de carreras, empresas y organizaciones, el impacto comercial, deportivo y humano que esto tendrá en el futuro es considerable, por lo que debemos trabajar aún más duro para adaptar, perfeccionar, renovar o revitalizar nuestro campeonato”.
“No estamos diciendo que será fácil, pero esto es lo que tenemos que hacer. A corto plazo, lo que debemos recordar, sin embargo, es que estamos en medio de una situación transitoria, aunque no tenga un final definitivo. Debemos mantener la calma, cuidar de los más cercanos y aceptar los desafíos de cada día a medida que se presenten”.
La carrera no tiene fecha para correrse
Aún no saben cuándo se podrá correr la carrera y reconocen que no será fácil: “Como nuestra temporada se desarrolla en dos años, esta opción es más difícil para nosotros que, digamos, para el IMSA, que puede posponer una carrera para más adelante. Es difícil decir más sobre esto ahora mismo”.
“En este momento probablemente no es necesario decirlo, pero estamos todos muy decepcionados. El SuperSebring (la denominación del evento que comparten el WEC e IMSA en ese escenario) no solo era un evento de gran importancia para las carreras de coches deportivos, en lo que respecta a la visibilidad en los Estados Unidos y los resultados, sino que a nivel personal era el favorito de casi todos los involucrados. Nos enfrentamos a una situación muy desafiante que no tiene precedentes y es impredecible, y que está cambiando cada día”.
Finalizó, hablando sobre la posibilidad de cancelar más carreras: “Somos muy, muy conscientes de que esta es una situación que cambia rápidamente, y que ninguno de nosotros se ha enfrentado antes a algo así. Sinceramente, en este momento, no podemos responder a esa pregunta porque no es sólo nuestra decisión.
“Os mantendremos informados lo antes posible. Por supuesto, mantendremos nuestro actual grupo de monitorizar del COVID-19 y seguiremos manteniendo nuestro paddock informado de cualquier novedad”.
