La gran pandemia que asola el planeta obliga a Roger Penske a tomar medidas tanto en la IndyCar como en el Indianapolis Motorsport Speedway.
Roger Penske, con 83 años y un trasplante de riñón a sus espaldas, vive un momento delicado debido a la situación que vive el planeta, que le ha llevado a escribir un comunicado a sus más de 60.000 empleados.
Este comunicado informaba de recortes en los salarios de los puestos más altos y el despido temporal de 50 empleados con el fin de evitar paliar la falta de ingresos de esta época.
Estos despidos temporales(unos 60 días) afectan sobre todo a aquellos trabajadores dedicados a las mejoras de las instalaciones del Speedway, que se espera acoja la 104ª edición de las 500 de Indianápolis el 23 de Agosto.
“En esta crisis, los negocios y organizaciones están recortando gastos y haciendo lo que necesitan hacer para superar los desafíos de hoy”, dijo el presidente de Penske Entertainment, Mark Miles. “Penske Entertainment estará bien posicionada para el momento en que las cosas empiecen a volver a la normalidad.”
IndyCar espera poder abrir la temporada de debut de Penske como dueño en Detroit con una doble cita el 30 y 31 de mayo.
Tanto Penske como Rob Kurnick renunciarán a sus salarios durante la pandemia, ahora en su tercera semana, mientras que la junta directiva de la Corporación Penske también ha renunciado a su compensación en efectivo durante los próximos seis meses.
Las delegaciones de Penske Corporation en el Reino Unido, Italia y España permanecerán cerradas. En Alemania y Australia, las operaciones de venta están cerradas mientras que las instalaciones permanecen abiertas.
Por otro lado, en Estados Unidos, Penske Transportation Solutions, junto con los concesionarios automovilísticos y comerciales asociados, han sido declarados “negocios esenciales” y permanecen abiertos.
