La Fómula 1 suspende temporalmente el empleo de varios de sus trabajadores mientras que la directiva se rebaja un 20% su sueldo.
La pandemia del COVID-19 podría suponer un desastre económico absoluto para la Fórmula 1 en caso de que la temporada sea suspendida.
Al ser un campeonato mundial, es una situación que depende mucho de cada país, por lo que es muy difícil aventurarse a saber qué va a deparar este año 2020 al Gran Circo.
A la falta de ingresos por no disputarse las carreras habría que añadir la devolución de parte del dinero a las televisiones en el caso en que se disputen menos de 15 Grandes Premios.
El pago a los equipos por la temporada 2019 debe seguir realizándose, lo que supone un desembolso de más de 900 millones de dólares.
Los equipos no están exentos de problemas económicos, como ya hemos visto por el ERTE que han aplicado tanto Williams como McLaren y Racing Point.
Precisamente Zak Brown, CEO de McLaren se mostraba pesimista ante el futuro de algunas escuderías. “Podrían desaparecer cuatro equipos si la situación no se maneja correctamente. La Fórmula 1 se encuentra en una situación muy delicada ahora mismo“.
Si nos basamos en los presupuestos de 2019, la Fórmula 1 desembolsa 350 millones de dólares al año en gastos de “funcionamiento”, por lo que sería una nueva e importante cantidad a anotar en el “debe” de la empresa.
Un clavo ardiendo al que se agarra Libery Media es el hecho de que el circuito de Shanghai, tiene previsto reabrir sus puertas en Junio, por lo que podría estudiarse la viabilidad de disputar el GP de China, uno de los postpuestos hasta ahora.
La directiva de la Fórmula 1 ha decidido aplicar un recorte de un 20% en su salario para tratar de paliar los daños económicos, mientras que se Chase Carey podría aumentar este porcentaje en su nómina.
