La familia Plaza ha vuelto a conmover a los aficionados. Por un lado, Manuel con su gran conducción y su famosa frase “hemos pinchado, cariño”. Por otro, Mónica, su hija y copiloto que ha liado con fuertes dolores estomacales, pero en cuanto a lo deportivo, ha sabido navegar como nadie.
Segundo Dakar consecutivo que terminan, esta vez en el puesto 34, no muy lejos de ese TOP30 que esperan alcanzar pronto. Ya en casa, en Cuenca, Manuel contaba la experiencia: “Más positiva que el año pasado porque yo confiaba mucho más en Mónica al saber cómo iba y ya teníamos la experiencia de la vez anterior. A pesar de que este año ha sido más duro tanto a nivel de recorrido como de navegación, y aun así estamos más contentos todavía con el resultado”, decía para eldeporteconquense.com.
La navegación no ha sido problema para ellos: “Yo creo que en ese sentido Carlos se ha equivocado porque el Dakar es la carrera más dura del mundo y no es un Rally de tierra a lo que él estaba acostumbrado”.
“Tanto de que el piloto tenga sus dificultades para adaptar las velocidades como que los copilotos no lo compliquen más, cosa que yo personalmente valoro positivamente. Hay que sacarse las castañas del fuego”, comentaba Mónica por otro lado, también presente en la entrevista.
Ambos destacan el nivel que ha tenido el Dakar este 2021. Les hubiera gustado estar más adelante, pero creen que fue debido a aquella perdida de tiempo cuando rompieron un palier. Más tarde vivieron una jornada complicada teniendo un accidente con un motorista, del cual no querían hablar hasta saber algo más del estado de salud del piloto. Así lo explica Mónica.
Mi padre lo pasó bastante mal y ese día ni durmió. Todo el mundo preguntaba todo el rato lo mismo y nosotros teníamos la necesidad de no hablar de eso y simplemente esperar los resultados de los médicos.
La copiloto también tuvo unos días duros con su estómago. En Arabia ya dijo que apenas podía tomar nada antes de cada Especial, en su llegada: “Me han dicho que tengo intolerancia a un montón de alimentos. No sé qué hacer ya con mi estómago”.
Los Plaza en acción por el desierto | Fuente: @PlazaAventura
Pero no todo fue triste. Manuel ya argumentó que lo mejor de este Rally es ayudar al prójimo: “Pero ya no solo eso compites contra el reloj sino también contra el terreno y con el país donde corres que no es igual que en por ejemplo cuando era en Sudamérica que enseguida te encontrabas gente que te podía ayudar. Aquí tienes que ser autosuficiente y buscarte la vida y muchas veces dependes de otros competidores”, comentaba el piloto.
Ambos piensan en el futuro, Manuel piensa que, si su hija quiere, puede estar con los grandes. Ella confiesa que hubo oportunidad: “Hace dos años estuve a un paso de ir con Cristina y con ella sería brutal. Ya no solo por el producto de marketing de ganar una etapa dos mujeres. Eso sería hacer historia. Las dos somos muy competitivas y eso sería increíble”.
Mientras tanto, Manuel asegura que, si no es con Mónica, será con Marta, su otra hija: “Yo si voy con alguien que no sea Mónica es con mi otra hija, Marta. Con otro copiloto ni me lo planteo porque mi ilusión es trasladarles la experiencia que yo tengo y que aprendan”.
