José María “Pechito” López lideraba las 24 Horas de Le Mans cuando un pinchazo en uno de sus neumáticos y un fallo en un sensor hicieron que el Toyota #7 perdiera la victoria.
En el último tramo de la carrera, un sensor advertía del pinchazo. El piloto argentino entró a boxes y los mecánicos sustituyeron la rueda delantera derecha en lugar del trasero. Esto ocurrió por un fallo en el sensor. Al salir del pitlane, conservaba la primera posición pero al tener que parar otra vez, finalmente la perdió.
López ha admitido que no ha sido fácil terminar segundo en el último momento y que es difícil definir cómo se siente. “No puedo describirlo. Lloré todo el camino de regreso a boxes: es muy doloroso“, ha declarado a Motorsport.com.
El piloto de Toyota no entiende cómo pudo ocurrir el pinchazo en ese momento de la carrera. “Dejamos un nuevo juego de neumáticos para este stint porque queríamos minimizar las posibilidades de sufrir un pinchazo. Es realmente extraño, porque son los últimos momentos de la carrera, no pasas por los bordillos, intentas hacer todo perfectamente“, ha lamentado el argentino.
Pechito y sus compañeros Mike Conway y Kamui Kobayashi perdieron la prueba con la parada extra que el #7 se vio obligado a hacer. “A mitad de la vuelta, vi la alarma. No estaba tan mal, porque la presión no bajó demasiado, así que todavía podía ir a unos 200 km/h, por eso ahí no perdí mucho. El problema es que cuando salí de nuevo con el pinchazo sin arreglar, había demasiado riesgo de que explotara el neumático y perder todo, así que tuve que volver a boxes a no más de 50 km/h”, ha finalizado.
De esta forma, López, Conway y Kobayashi cruzaron la meta en segunda posición. El Toyota #8 de Fernando Alonso, Sebastien Buemi y Kazuki Nakajima se llevó la victoria en las 24 Horas de Le Mans, al igual que al principio de temporada. Los pilotos se coronaron también campeones del mundo del WEC.
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