Durante el parón veraniego hemos vivido el movimiento más inesperado. Desde Red Bull decidían bajar a Pierre Gasly a Toro Rosso para subir a Alexander Albon.
Bien, quizás si era esperado. Los resultados del francés no son comparables con los conseguidos por Max Verstappen. Desde el equipo austriaco, en los últimos meses, han asegurado por activa y por pasiva que el descenso o despido de Gasly no era necesario.
Finalmente, han frenado en seco su progresión tras un año y medio en Fórmula Uno, le han devuelto a donde comenzó. Una experiencia similar vivió Daniil Kvyat, de la cual le costó años recuperarse, pero ha vuelto en su mejor nivel.
El ruso, en un enveto en San Petersburgo ha asegurado que no está molesta con lo que ha ocurrido: “Me enteré de todo el mismo día. Marko me llamó por teléfono”, aseguraba en declaraciones recogidas por un portal ruso.
“Es importante aceptar con respeto estas decisiones. Creo que quieren ver cómo lo hace Albon con un coche que puede ganar y con un compañero como Verstappen. Yo ya he estado en Red Bull. Creo que eso influyó en la decisión”, continuaba. Dejando caer que se esperaba esta decisión tas su pasado.
Kvyat debe estar orgulloso con su año y todo gracias al tercer puesto de Alemania, donde Toro Rosso sumó su segundo podio. “Mis resultados están bien. Todo lo que pasará después de 2019 es todavía incierto. Tenemos que esperar otras dos o tres semanas para que esté más claro”.
El ruso asegura que para nada cambiará su forma de afrontar la temporada tras esta decisión: “Estoy centrado en mi propio trabajo. Tanto Red Bull como yo mismo estamos contentos con la temporada y seguiremos con la misma actitud. No nos centraremos en decisiones que no tomo yo”.
Por último, da su visión del talento de Albon: “Alex ha sido rápido desde el principio. Muchos pilotos necesitan un tiempo para adaptarse, pero ése no ha sido su caso. Todavía tiene margen para crecer. El uso que haga de su potencial depende del piloto en sí mismo”, finalizaba.
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