Nico Hülkenberg terminó la primera parte de la temporada con un mal sabor de boca. El piloto alemán salía undécimo en Hungría y tenía los puntos al alcance de la mano. Sin embargo, un problema en su unidad de potencia no hizo posible que cruzara la meta entre los diez primeros.
Con el motor en esa situación, lejos de ir más rápido que sus rivales directos, perdió tiempo con ellos. Finalmente, Hülkenberg solo pudo terminar en duodécima posición.
“Fue una carrera difícil para nosotros. Luchamos con el coche, con un problema de control del motor desde el comienzo de la carrera, lo que significaba que perdía constantemente tres décimas por vuelta. Eso hizo las cosas difíciles y simplemente no teníamos el ritmo para llegar hasta la zona de puntos”, ha afirmado en declaraciones recogidas por la página web de Renault.
Cyril Abiteboul, jefe de la escudería francesa, confiaba en finalizar por delante de aquellos pilotos que clasificaron el sábado para la Q3.
“Con Nico apuntábamos a puntos, pero con un motor que tenía que funcionar en modo seguro y una ventaja muy modesta sobre los que salieron con los neumáticos blandos, no pudimos hacer realmente que nuestra estrategia funcionara“, ha explicado.
Hülkenberg tiene claro que el parón veraniego ha llegado en el momento apropiado para reflexionar y encontrar dónde están los principales problemas para poder así darles solución. Además, es consciente de que el equipo no ha rendido como ellos mismos esperaban.
“Es difícil. Obviamente estamos bastante por debajo de nuestras expectativas y los objetivos. Creo que debemos hacernos algunas preguntas serias y revisar un par de cosas internamente. Desafortunadamente, ha habido muchos más bajos que altos, y no es realmente satisfactorio. Tenemos que preguntarnos cómo hacemos las cosas y cómo hemos trabajado los últimos 18 meses con el coche. Las actualizaciones traerán algo de rendimiento y nos harán avanzar”, ha expresado en declaraciones recogidas por el portal web Racer.
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