Con 57 años a sus espaldas, Carlos Sainz está luchando por conseguir su tercer Dakar. Ha hecho de MINI un coche competitivo y de ahí que tras la quinta etapa esté líder a seis minutos de Nasser Al-Attiyah. Será importante coger ventaja, la segunda semana el Toyota puede ser más competitivo.
Si durante el día de ayer, experimento, según dijo, sus 100 kilómetros más duros en un Dakar, hoy no iba a ser para menos. Se esperaba que esta etapa también fuera dura y así lo ha sido: “Ha sido una etapa dura, físicamente, sobre todo al final”.
Algún que otro contratiempo a principio de la prueba que le hicieron perder algunos minutos con los de adelante: “Al principio tuvimos un pinchazo. Luego seguimos, después del agrupamiento, atacando bien. En un sitio perdimos algo de tiempo, pero luego conseguimos alcanzar a Nasser e íbamos los 3 coches juntos a fondo”.
“El coche funciona bien. El terreno le venía bien a nuestro buggy, que estuvo sobresaliente de nuevo hoy. Pudimos ampliar nuestra ventaja en la general tres minutos. Daré lo mejor de mí mañana”, continuaba sabiendo que le toca abrir pista y a de acabar bien antes del día de descanso.
Sobre su lucha con Al-Attiyah, que esta vez se dejó pasar y no como en la tercera etapa, dice: “Creo que va a ser así hasta el final. Algo va a pasar en algún momento, no sé a quién, pero el ritmo es muy alto”, el Dakar siempre te tiene algún contratiempo reservado.
De nuevo, muchos halagos para Lucas Cruz: “Sin duda alguna. Hoy nos han dado otra vez el ‘roadbook’ por la mañana, sin tiempo de preparar y lo que te vas a encontrar… Es muy estresante dentro del coche y para ellos, sobre todo. Lucas está haciendo un trabajo fenomenal y la verdad es que tiene mucho mérito”, finalizaba.
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