La organización del Dakar se pone seria contra las trampas de navegación

La tecnología cada vez está más arraigada en nuestra sociedad, ya que muchos son los aparatos electrónicos que usamos para realizar nuestras tareas más cotidianas o poder comunicarnos en tiempo real con personas que tenemos a miles de kilómetros de distancia.

Pese a disputarse en lugares remotos, el Dakar no ha sido una excepción a está expansión y la organización se ha visto obligada a poner cartas en el asunto con el fin de evitar que la navegación de la carrera se convierta en demasiado fácil.

Ya el año pasado ASO (la empresa que se encarga de la organización de la prueba) se vio obligada a tomar medidas contra los denominados “mapman”, personas que colaboraban con los equipos con la finalidad de ofrecerles información addicional sobre las características y peligros que ofrecían la zona por donde pasaba la carrera, haciendo que las indicaciones que aparecieran en el road book de carrera fueran las únicas que pudieran aparecer en el propio road book.

Pero este año la organización ha ido más allá y también estarán prohibidos cualquier aparato que se utilice con el fin de facilitar la navegación durante la carrera, incluyendo dispositivos electrónicos y documentos de tracking que puedan estar descargados en el GPS del coche en el cual se esté compitiendo.

Para poder llevar a cabo esta medida se llevarán a cabo dos medidas principales: por un lado los 25 mejores de la general en cada etapa deberán llevar dos cámaras a bordo que serán alimentadas por la propia batería del coche con el fin de poder observar el comportamiento de la tripulación del coche/camión/SxS en todo momento.

Por el otro, los habitáculos deberán llevar una caja sellada donde tanto pilotos y copilotos puedan dejar sus teléfonos móviles y que solo pueda ser abierta por un comisario de carrera.

Aun con todo, la organización con David Castera a la cabeza llevará a cabo controles sorpresa, sobretodo a los primeros clasificados de las diferentes categorías para asegurarse que no se está infringiendo ninguna de las normas relacionadas con la navegación.