Carlos Sainz ha cruzado la línea de meta en la octava etapa en la 13ª posición. El español ha pagado caro abrir pista y la ausencia de las motos y los quads, aunque sigue manteniendo el liderato en la general.
El madrileño ha llegado a la meta a 19:15 del ganador de la etapa, Serradori, pues abría pista y se ha tenido que enfrentar a la falta de motos y quads tras la cancelación de la etapa para ellos por el fallecimiento de Paulo Gonçalves.
“Empezamos abriendo nosotros, en un momento dado nos pasó Nasser Al-Attiyah- y se quedó. Luego seguimos con Stephane -Peterhansel- y nos enganchamos nosotros y perdimos bastante tiempo. A partir de ahí ya conseguimos recuperar, conseguir llegar al grupo, pero llegando justo a meta era complicado y nos volvieron a pasar Nasser y Stephane”, ha expresado en declaraciones recogidas por Motorsport.com.
Sainz también ha reconocido que no han apretado y han preferido mantenerse por detrás de Al-Attiyah para que fuese el piloto saudí el que abriera pista.
“Para ser sinceros, no estuvimos apretando, porque era demasiado difícil y cuando Nasser estaba abriendo, yo no quería volver a pasarle, porque prefería quedarme detrás y que él abriese. Empujar, lo que se dice empujar, empujé cuando perdí tiempo, para volver a unirme al grupo”.
Por otro lado, confiesa que hoy “era un día para salvarlo“. Y el objetivo lo ha cumplido, ya que sigue líder de la general con 6:40 de ventaja sobre Al-Attiyah y con 13:09 con Peterhansel. “Al final, sabíamos que con Stéphane Peterhansel podían ser seis minutos; con Nasser, tres… al final ha sido un poco más, pero bueno”, ha finalizado.
En sus redes sociales, Sainz ha afirmado que hoy ha sido “un día para limitar daños”, por lo que mañana volverá al ataque. La etapa de mañana, ya con motos y quads, tendrá un gran recorrido: 410 kilómetros de especial y 476 de enlace.
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