Toyota pensaba en la victoria incluso con los hándicap

Toyota #8 | Foto: Toyota

El equipo Toyota Gazoo Racing pensaba que pese a las desventajas con las que partía en las 6 Horas de Austin tenían posibilidades de conseguir la victoria. Sus rivales contaban con una penalización menor y Toyota admite que esa diferencia podría haberles dado la victoria.

El ganador de la carrera en el Circuito de las Américas, fue el equipo Rebellion, con su coche número 1, pilotado por Gustavo Menezes, Bruno Senna y Norman Nato. Comenzaron la carrera con tan solo un hándicap de 0.55 segundos por vueltas. “Estábamos apuntando a una forma de encontrar una manera de ganar, como ser buenos en paradas en boxes, que hemos estado y recuperamos bastante tiempo”, declaraba el director del equipo Toyota, Pascal Vasselon.

El Toyota número 8, conducido por; Sebastien Buemi, Kazuki Nakajima y Brendon Hartley, consiguió minimizar el hándicap impuesto por la organización de la carrera y se acercó a tan solo 50 segundos del Rebellión #1. Según Vasselon si el Rebellion hubiera parado otra vez la victoria sería suya. Explicó que Rebelión habría necesitado un poco de combustible si hubiera seguido haciendo las 22 o 23 vueltas que logró al comienzo de la carrera. “En esta situación, habrían necesitado otra parada y luego ganaríamos”, explicó

Kamui Kobayashi totalmente en contra de las penalizaciones impuestas por la organización. El japonés declaró a Motorsport.com que estos hándicap hacen que las carreras sean aburridas y que los aficionados no quieren ver eso. “Si mantenemos esta EoT, nadie vendrá a estas carreras. Esto significaba ser una carrera de alta tecnología. Nadie se emociona con las cosas de EoT. Tan pronto como ves nuestro auto, todos dicen que parece lento. ¿Qué piensa el espectador? Se ve muy estúpido”.

“No me importa si somos lentos, pero necesitamos tener una visión más amplia y preguntarnos por qué la gente se entusiasma con este campeonato. Definitivamente es una idea estúpida. El Rebelión ganó la carrera, pero a lo mejor no se sienten realmente felices. ¿Quién es feliz al final? Nadie. Todos viajan a casa sintiéndose frustrados. Es una broma”, zanjaba.

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