Michael Shank, propietario del equipo Meyer Shank Racing de la IndyCar, se encontraba en una entrevista cuando recibió una llamada que le informaba del aplazamiento de las primeras carreras de la temporada. Seis semanas después confiesa que deben tomar riesgos para volver al trabajo lo antes posible.
Shank ha comenzado recordando la llamada que recibió hace seis semanas y que le provocó desilusión y preocupación. En un primer momento confiesa que no le dio la importancia que tenía, pero, por suerte, ya ha comprendido la magnitud de la situación y cree que lo más importante es que todo su equipo se encuentra en perfecto estado.
“Para ser justos, sentado en el hall del hotel no me lo tomé tan en serio como lo hago hoy con mis chicos. Probablemente pensé que era una reacción exagerada por parte de muchas personas, pero ahora sabemos que no es el caso. Afortunadamente, todos en mis dos equipos están sanos ahora mismo. No hemos hecho nada durante seis semanas. Esperamos volver al trabajo en pocas semanas. Estamos listos”, ha expresado en declaraciones recogidas por NBC Sports.
La situación es complicada en todos los lugares del mundo y la vuelta a la normalidad se hará de forma progresiva. No obstante, Shank afirma que si hay que tomar algún riesgo, lo harán.
“Absolutamente, positivamente, tenemos que volver al trabajo. Si hay algún riesgo en eso para todos nosotros, tenemos que correr ese riesgo. Nuestro gobierno no puede permitirse mantenernos a flote como lo está haciendo ahora”, ha añadido.
Las condiciones económicas tampoco son buenas para algunas empresas. En el caso del equipo, han recibido ayuda económica por parte del gobierno. Aún así, insiste en volver al trabajo lo antes posible, aunque tengan que tomar estrictas medidas de seguridad.
“Somos una pequeña empresa. Solicitamos el préstamo PPP y lo obtuvimos cuando ingresamos en el primer lote. Los dueños del equipo han hablado sobre esto. Algunos han conseguido su dinero y otros no. No podemos seguir así. Tenemos que volver al trabajo. Haremos lo que sea para mantenernos saludable. ¿Eso significa que tendré que limpiar la tienda tres veces al día? ¿Eso significa que no habrá aficionados durante el primer mes o las primeras seis semanas? Eso es”.
Actualmente, la IndyCar está siguiendo todas las recomendaciones gubernamentales. Shank también ha confesado que en las últimas semanas ha trabajado codo con codo con Jim Meyer para tratar de seguir adelante y mantener a sus socios cerca. Por tanto, explica que se les ocurrió un plan para solventar la situación.
“Se nos ocurrió un plan bastante rápido. Jim Meyer está hecho para este tipo de cosas, es un CEO de alto nivel que piensa hacia fuera y hacia delante. Nos ayudó a superarlo”, ha contado.
Dicho plan pasa por terminar 2020 con la menor cantidad de pérdidas posibles, aunque cree que actualmente “estamos en una forma razonable”. “Solo necesitamos mantener a todos en el futuro. Hemos hecho todo lo posible por nuestra salud y nuestro plan, y tenemos que volver a hacerlo. Estamos en una forma razonable. Hay otros equipos que están peor que nosotros, por lo que debemos estar agradecidos de que estamos bien“, ha contado.
Para terminar, ha explicado que ha tenido algunas conversaciones con Roger Penske, propietario de la IndyCar, y que le ha tranquilizado con respecto al resto de la temporada.
“Roger Penske tiene una gran visión. He tenido cuatro llamadas por videoconferencia con el propietario del equipo desde que esto comenzó y siempre me siento mejor cuando cuelgo el teléfono. Incluso si son solo ideas de lo que quiere, eso me da esperanza. Cuando cuelgo, estoy entusiasmado. Quiero hacer lo que me corresponde. Roger es un gran comunicador y estoy aprendiendo eso rápidamente. He tenido algunos días malos, pero en este momento parece que va en la dirección correcta. Con suerte, eso nos pone en el camino correcto”, ha expresado para terminar.
