La FIA ha anunciado dos directivas técnicas en relación a los motores para evitar que haya ‘áreas grises’ en el reglamento. Se entiende que son consecuencia de lo que sucedió con Ferrari la temporada pasada.
El motor Ferrari fue investigado por la FIA y todo quedó en un acuerdo secreto entre ambas partes. Se generó una polémica en torno a esto y hubo críticas por parte de los equipos que no tienen motor Ferrari. Poco después, la FIA introdujo un nuevo sensor para evitar que cualquier equipo sacara partido de aquellos puntos que no están tan claros en el reglamento.
La Federación ahora anuncia dos directivas técnicas, según ha adelantado The Race. La directiva 0018/20 recoge una actualización del sensor IVT, que se encarga de medir la distribución de la energía eléctrica de la recuperada por los sistemas ERS. Mercedes, Ferrari y Red Bull llevarán incorporada esta actualización en Austria y, progresivamente, se irán incorporando al resto de monoplazas.
La segunda directiva que han presentado, la 0019/20, incide en el cumplimiento del límite de consumo de petróleo, que se ha restringido a 0,3 litros cada 100 kilómetros.
Por otro lado, la FIA abre la puerta a utilizar nuevos procedimientos de medición y de sellado en cualquier momento. En esto también estaría incluida la medición física de la cantidad de aceite que hay en el motor.
Cuando se supo que Ferrari y la FIA habían llegado a un acuerdo secreto, la Federación aseguró que ambas partes habían acordado una serie de compromisos técnicos que mejorarían la monitorización de las unidades de potencia para evitar ilegalidades. “Esto ayudará a la FIA en otras tareas regulatorias en la Fórmula 1 y en sus actividades de investigación sobre emisiones de carbono y combustibles sostenibles”, aseguraron.
Por tanto, se entiende que ambas directivas nacen como consecuencia de lo que sucedió con los de Maranello y del acuerdo secreto al que llegaron.
