Nicolas Lapierre, piloto de Cool Racing, se ha convertido también en accionista del equipo. El francés ha logrado muchos éxitos en la categoría LMP2 del WEC y ahora tendrá un rol más importante en la estructura a la que llegó en 2019.
Lapierre ha participado en 12 ocasiones en las 24 Horas de Le Mans, ha ganado cuatro veces en LMP2 y ha sido Campeón del Mundo en la misma categoría en dos ocasiones. Ha sido piloto de Toyota y en 2019 llegó a Cool Racing, donde comparte el volante del Oreca 07-Gibson con Antonin Borga y Alexandre Coigny.
Después de algo más de un año en el equipo, ahora ha aumentado su papel en la estructura y se ha convertido accionista de Cool Racing. Para matizar, será accionista de Racing Spirit of LéMan, la estructura que está detrás de Cool Racing. Por tanto, hay cuatro accionistas detrás de la formación: Patrick Barbier –jefe de Cool Racing–, Nicolas Lapierre, Herminie Barbier –hija de Barbier– y Gillaume Gibert –responsable técnico de Cool Racing–.
Por tanto, el ex piloto de Toyota, que también es el que más éxito ha tenido en LMP2 en las 24 Horas de Le Mans, tendrá un rol extra en la estructura. Barbier ha valorado su experiencia y su talento como piloto, pero también cree que sus conocimientos financieros serán bastante útiles a la hora de desarrollar el equipo.
“Hemos disfrutado mucho trabajando con Lapierre desde que se unió a Cool Racing a principios de 2019. Su aportación como piloto ha sido incalculable, pero ahora también nos vamos a beneficiar de su conocimiento y experiencia en el desarrollo de nuestra estructura. Hemos tenido un inicio muy fuerte de temporada en el WEC y en el reinicio esperamos poder mantener este impulso, así como trasladarlo al resto de programas”, ha expresado Barbier en declaraciones a Cool Racing.
De cara a esta temporada, Cool Racing seguirá compitiendo en las European Le Mans Series, en la Michelin Le Mans Cup y, por supuesto, en el Mundial de Resistencia.
