Tras el parón forzoso debido a la pandemia, la Fórmula E decidió que la temporada 2019/2020 terminaría con 6 carreras que se celebrarían en 9 días en el antiguo aeropuerto de Tempelhof. No obstante, no se sabía que configuraciones de pista se utilizarían para llevar a cabo esas 6 carreras.
Finalmente la organización ha dado a conocer cómo será esta especie de gran final. Las carreras serán organizadas en tres pares de dos carreras utilizando tres configuraciones de pista diferentes. Era de esperar, ya que la instalación cuenta con el espacio suficiente para plantear diferentes trazados.
Las dos primeras carreras, que se celebrarán los días 5 y 6 de agosto, se celebrarán en el mismo trazado que se ha utilizado a partir de la tercera temporada, pero en sentido inverso. Es de suponer que la pista se adaptará en lo que se refiere a escapatorias al sentido contrario, ya que las pistas que se han realizado en Tempelhof se construyen a partir de barreras que se pueden poner y quitar según se necesite. Por tanto no tendría que haber ningún problema en lo referente a la seguridad.
Posteriormente se pasará a utilizar la configuración clásica que ha utilizado estos últimos años la categoría. Dicha configuración de pista se usará para las rondas de los días 8 y 9 de agosto. Por último, se ha creado una última configuración completamente nueva y más revirada que la habitual. Se trata de una configuración más sinuosa que sustituye algunas de las rectas cortas y curvas rápidas que tiene la configuración habitual por chicanes.
De todos modos, está por ver aún si pueden ver la luz las dos configuraciones nuevas, ya que están a expensas de recibir el visto bueno de la FIA. Especialmente el inverso podría presentar problemas, aunque la facilidad con la que se pueden mover las vallas será también un punto a favor. La nueva también tendrá que pasar la inspección, aunque no se cree que haya mayores problemas.
