Alex Palou es la gran esperanza española para ganar estas 500 Millas de Indianápolis. Su Dale Coyne y el motor Honda le hicieron meterse en el “Fast Nine” en clasificación, para después conseguir un séptimo puesto. En la jornada del día disputó el Carb Day, donde ha sido décimo.
Durante la clasificación, Palou aseguró que tuvo un problema en el weight jacker, pero que pronto se le olvidó: “El escenario era muy grande y yo me veía capaz de conseguirlo, y después de tanto trabajo me daba rabia que nos quedásemos tan cerca. Pero el enfado me duró un instante, porque rápidamente vi la otra cara de la historia, y es que comenzar mi primera Indy500 desde la séptima posición es algo que hace no tanto tiempo parecía utópico”.
Más que nada porque se acordó de todo lo que ha pasado para estar en IndyCar y este resultado es un regalo en su primera participación: “Quién hubiera podido imaginar que algún día podríamos sentir un resquemor por no haber hecho algo más que un séptimo en la parrilla de las 500 Millas de Indianápolis”.
Palou indica cuales fueron sus sensaciones durante las cuatro vueltas de la clasificación: “La verdad es que estás entre comillas ‘cagado’ durante las cuatro vueltas de clasificación. Tienes mucha tensión porque el coche va al límite. Al coche le quitas el máximo de ‘downforce’ que podemos y el coche va deslizando porque le falta carga, pero lo necesitas para tener mucha velocidad punta. Se siete mucha presión, estás todo el rato cogido al volante con mucha fuerza porque son 4 vueltas duras”.
En esta posición, ahora Palou tiene claro lo que quiere: “Las primeras tandas pueden ser difíciles, pero haremos todo lo posible para llegar a la fase decisiva de la carrera en una posición que nos permita luchar. Y disfrutaremos por el camino”. Añade lo siguiente: “Yo creo que sí que puedo ganar. De hecho, los 33 pilotos que hay en la carrera pueden ganar”.