Por primera vez, Alex Palou ha disputado unas 500 Millas de Indianápolis. Su debut ya se saldaba con una buena nota antes incluso de comenzar la carrera gracias a su séptimo puesto en clasificación.
En la salida perdió varias posiciones cayendo hasta la duodécima, pero se mantuvo por esa zona durante el reto de la cita. Al llegar a la vuelta 100, el catalán aseguró que era el momento de atacar. En apenas unas vueltas se colocó noveno, pero el rebufo de Josef Newgarden le jugó una mala pasada y se fue contra el muro.
“Es una pena. No sé qué pasó. Es difícil decirlo cuando vas tan rápido. Llevaba intentando adelantar a Josef Newgarden dos o tres vueltas, nuestro coche era más rápido que el suyo. Es una pena para Dale Coyne, el Team Goh, Guaranteed Rate y todos los demás patrocinadores que nos apoyaron”, comentaba para los micrófonos de NBC tras bajarse del monoplaza.
Ahora toca centrarse en el resto de la temporada y ser el mejor rookie del año, aunque ha perdido distancia debido a la puntuación doble de esta cita. De todo modos, Palou está contento con la experiencia a pesar de tener un coche para haber ganado y el objetivo era ese tras ser séptimos en clasificación.
“Fueron mis primeras 500 Millas de Indianápolis y quería terminar. Creo que teníamos un coche capaz de ganar. Vamos a volver más fuertes, eso seguro. Si repaso mi experiencia en general, ha sido impresionante estar aquí. Es genial pilotar en este lugar tan histórico. Quiero volver a la pista”.
De los errores se aprende: “Aprendí mucho sobre pilotaje, completé muchas vueltas y aprendí con cada vuelta. Fue muy divertido. Ojalá no hubiese acabado así. Lo siento de verdad por todo el equipo y por todos los que nos han apoyado en estas dos semanas. Estoy bien, chicos, sólo algo triste, pero volveré más fuerte el próximo fin de semana”, comentó Palou para acabar.