Análisis clasificación Indy500: la debacle de Alonso y el día clave de Palou

Alex Palou y Fernando Alonso en Indianápolis | IndyCar.com

Los dos días de clasificación fueron jornadas muy intensas en Indianápolis, con muchas luces y sombras para los grandes equipos. Desde la debacle de Penske hasta la primera pole de Andretti Autosport en quince años, las sesiones destacaron también por una mala tanda de vueltas de Fernando Alonso y una heroica clasificación de Álex Palou para el Fast Nine.

Problemas de ritmo para el Team Penske

Si por algo ha destacado el equipo de Roger Penske en IndyCar es que siempre hay que tener en cuenta a sus pilotos de cara a la lucha por la victoria. El año pasado demostraron ser el equipo a batir con tres de sus cuatro coches en el Fast Nine, consiguiendo la pole y la victoria, de la mano de Simon Pagenaud. También salieron victoriosos en 2018, esta vez gracias a Will Power. En IndyCar son los vigentes campeones junto a Josef Newgarden y siempre están en la pelea por el campeonato. Este año se encuentran en plena caza de un Dixon que está intratable, con Newgarden y Pagenaud como perseguidores del neozelandés en el campeonato.

Josef Newgarden durante los entrenamientos del jueves | IndyCar.com

Todo parecía indicar que el equipo Penske era el favorito para estas 500 Milllas, pero desde el primer día se les vio detrás del equipo Andretti, tanto en ritmo de carrera como en el Fast Friday, donde la diferencia entre ambos equipos fue mucho más amplia que en los dos días anteriores. Marco Andretti marcó una vuelta de 233.4 mph de velocidad media, mientras que Will Power no fue capaz de superar un 231.6 mph, siendo este el mejor tiempo de los Penske el viernes.

Los equipos con motor Chevrolet estaban sufriendo y Penske no era capaz de llevar la voz cantante entre los equipos motorizados por la marca americana, ya que en qualy los coches de Ed Carpenter Racing fueron un poco superiores al equipo de Carolina del Norte y estuvieron a la par con los McLaren.

Mientras Newgarden (mejor tiempo del Team Penske) marcó una vuelta de 230.2 (13º), Power, Pagenaud y Castroneves se quedaron fuera del top 20. Como comparación, Helio Castroneves fue 12º en la qualy de 2019, siendo el peor de los cuatro Penske. El domingo, el mejor Penske saldrá 13º. Power, Pagenaud y Castroneves empeoraron sus tiempos respecto al año pasado, siendo Newgarden el único que mejoró su registro de una edición a otra.

Esto podría deberse a tres factores. El primero sería el aeroscreen, ya que es este dispositivo de seguridad el que ha cambiado el monoplaza de 2020 respecto al de 2019, y esto podría haber traído más problemas de los esperados al equipo. El segundo factor a tener en cuenta sería el cambio de fecha, ya que este año las altas temperaturas pueden haber supuesto un quebradero de cabeza para el equipo. Por último, y quizás sea el motivo más determinante, Chevy ha presentado un déficit de velocidad punta muy importante respecto a Honda. Sin embargo, ni AJ Foyt ni Ed Carpenter Racing han empeorado sus tiempos del año pasado.

Veremos a lo largo de esta semana cómo plantean la carrera, la cual será, sin duda, una situación poco habitual para el mejor equipo de la historia de la prueba.

VeeKay salva a Ed Carpenter Racing

Si hay un equipo que siempre saca la artillería pesada en Indianápolis, ese es Ed Carpenter Racing (ECR). El equipo motorizado por Chevrolet ha conseguido tres poles desde que entró a la competición en 2012, todas ellas de la mano del dueño del equipo y héroe local, Ed Carpenter. ECR siempre se ha mostrado rápido en clasificación y sus coches se encuentran habitualmente en el Fast Nine.

No obstante, el déficit de potencia de Chevrolet se ha cargado la racha del equipo y solo Rinus VeeKay fue capaz de entrar en el Fast Nine, siendo el único coche con motor Chevy en conseguirlo.

Ed Carpenter durante la clasificación | IndyCar.com

El viernes ya se vieron ciertos problemas en el equipo, pero Conor Daly rescató una segunda posición con un rebufo. Sin embargo, el sábado, se confirmaron estos problemas respecto a los equipos Honda y tanto Carpenter como Daly apenas pudieron entrar al top 20 (16º y 18º respectivamente).

Sin embargo, Rinus VeeKay hizo uno de los mejores stints del día (231.1 mph) y consiguió colar su monoplaza entre los nueve primeros, con una increíble 6ª posición y superando los registros de todos los motores Chevrolet del año pasado. El holandés le sacó 0.9 mph a Newgarden, el siguiente clasificado con motor Chevy. Esto en parte se vio favorecido por ser el quinto piloto en salir a dar vuelta, pero no le resta ningún mérito ya que es un rookie y tiene a dos compañeros muy experimentados. En el Fast Nine del domingo, VeeKay mejoró su puesto del sábado y colocó a su monoplaza #21 en la cuarta posición, únicamente superado por Sato, Dixon y Marco Andretti.

Marco Andretti se impone y Dixon asusta

El equipo Andretti Autosport ha mostrado el mejor ritmo copando las cuatro primeras posiciones de la clasificación del sábado. Un excelente ritmo del equipo dirigido por Michael Andretti, y propulsado por Honda, ha batido sin problemas los tiempos del año pasado establecidos por ECR y Penske, y se coloca como principal candidato a la victoria.

Desde los primeros entrenamientos se veía que los monoplazas de Andretti eran rápidos, ya que lideraron la primera sesión y ocuparon los primeros puestos en la segunda. Sin embargo, fue en el Fast Friday cuando sacaron la artillería pesada y Marco Andretti (con un 233.4 mph) hizo el mejor tiempo del circuito desde 1996 (un récord que a día de hoy es imbatible por las características de los coches).

En la qualy del sábado no tardaron en ponerse primeros y fue de nuevo Marco Andretti quien lideró la sesión con un tiempo de 231.3 mph, justo por delante de Hunter-Reay y Rossi y superando por 2.6 mph su registro de 2019. Las mejoras de los pilotos de Andretti fueron más que notables respecto al año pasado (especialmente Ryan Hunter-Reay que pasó de 227.8 a 231.3 mph de velocidad media).

Ryan Hunter-Reay en la sesión clasificatoria del sábado | IndyCar.com

Zach Veach estuvo desaparecido frente a sus compañeros y saldrá 17º, mientras que Colton Herta tuvo la mala suerte de salir al final y las condiciones de pista le dejaron a las puertas del Fast Nine, saliendo décimo en la carrera del domingo 23. Todo parecía puesto en bandeja para el equipo Andretti, pero en los últimos minutos de la sesión Scott Dixon inició un intento de qualy en el que batió el récord de la sesión a una vuelta, pero que no llegó a completar. Dixon podía robarle la pole a los monoplazas de Andretti en el Fast Nine.

Los compañeros de Dixon en el equipo Chip Ganassi no tuvieron tanto ritmo, y Marcus Ericsson saldrá 11º y Felix Rosenqvist 14º, quien mejoró notablemente su registro del año pasado. Llegó el Fast Nine y Scott Dixon marcó el mejor tiempo hasta el momento en la sesión, superando a Sato, Palou, VeeKay y Rahal. Había sido capaz de superar las 231 mph de velocidad media y ahora era el turno de los Andretti, que parecían los favoritos después de la sesión del sábado.

Hinchcliffe salió a dar su vuelta y marcó un 229.8 mh, detrás de Sato, Dixon y VeeKay. Esto dejaba al canadiense en la 6ª posición al final de la sesión. Tras él, Rossi marcó el peor registro de la sesión, por lo que se quedaba en la novena posición al final. Hunter-Reay era la penúltima baza para el equipo Andretti, pero no pudo superar a Sato, Dixon ni VeeKay. Finalmente el de Florida saldría quinto.

Ed Carpenter durante la qualy del sábado | IndyCar.com

Solo quedaba Marco Andretti. Tras un sábado cómodo para su equipo, parecía que volvían a quedarse sin pole por 15º año consecutivo. Pero Marco salió e hizo un stint brillante superando el 231.051 de Dixon con un 231.068. Tan solo 0.017 mph de diferencia entre ambos. Andretti Autosport había conseguido la pole 15 años después de que lo hiciera Tony Kanaan en 2005.

Dixon mantenía su mala racha de tres años sin hacer una pole (desde que la hiciera en la Indy500 de 2017, y sin contar Gateway 2018, en donde la qualy fue cancelada y salió primero por ir líder en la general), y Marco Andretti conseguía la primera pole para un Andretti en Indianápolis desde 1987.

Alonso 26º, y McLaren piensa ya en carrera

Desde el inicio del Fast Friday parecía obvio que McLaren no iba a entrar al Fast Nine, ya que es uno de los equipos perjudicados por el déficit de velocidad punta de los Chevrolet. Sin embargo, nadie esperaba que Alonso fuera tan lento en comparación con sus compañeros de equipo. O´Ward y Askew consiguieron la 15ª y 21ª posición respectivamente, mientras que Alonso se quedó 26º 1.5 mph más lento que OWard y 1 mph más lento que Oliver Askew (ambos rookies).

McLaren este año tenía un coche mucho mejor que el de 2019 y Alonso no estuvo a la altura de sus compañeros. Durante las dos primeras sesiones, eso sí, mostró buen ritmo en tráfico y parece que en carrera tendrán menos problemas. Esto contrasta con una sesión clasificatoria en donde, tras un mal primer intento de Alonso, en el equipo decidieron no sacar más a pista al asturiano, dejándolo en esa 26ª posición. Pese a la falta de ritmo, fue capaz de clasificar delante de Helio Castroneves y justo detrás de Simon Pagenaud, por lo que tendrá a dos grandes talentos cerca de él en la salida, y junto a los cuales debería ganar posiciones a lo largo de la prueba.

Álex Palou y la hazaña de Dale Coyne Racing

El equipo Dale Coyne Racing destaca en IndyCar por ser el único equipo que queda de la Champ Car, categoría fusionada con la Indy Racing League en 2008. Desde su nacimiento como equipo en los años ochenta, el equipo fue de los peores de la parrilla y, salvando algún esporádico podio, apenas tuvieron protagonismo. Sin embargo, con su llegada a la IndyCar dieron un pequeño salto de calidad y consiguieron su primera victoria en 2009.

A partir de aquí, el equipo, nunca sobrado de presupuesto, ha sabido siempre reunir a grandes ingenieros y conseguir buenos resultados, pese a las dificultades económicas. Algo parecido a la historia de Force India en Fórmula 1, siempre con grandes pilotos y obteniendo buenos registros con un presupuesto modesto.

Alex Palou en los entrenamientos del jueves | IndyCar.com

En 2017 iban camino de una pole gracias a Sébastien Bourdais cuando este tuvo un accidente escalofriante, en lo que podría haber sido el gran día de Dale Coyne. En carrera consiguieron la tercera posición de la mano de Ed Jones.

El sábado fue Palou quien le dio una alegría a un equipo que está sufriendo las consecuencias de la pandemia más que ningún otro, pero que de nuevo tiene a un gran piloto al volante y se muestran como una de las alternativas a los equipos grandes. El catalán clasificó séptimo el sábado con una velocidad media de 231.0 mph, y se mantuvo ahí hasta el final de la sesión en parte ayudado por las condiciones de la pista con las altas temperaturas.

Por otro lado, Santino Ferrucci tuvo bastantes problemas y el domingo que viene partirá 19º. Ambos pilotos superaron fácilmente el tiempo de Sébastien Bourdais el año pasado con este mismo equipo, que le valió para entrar al Fast Nine. Esto muestra de nuevo la mejoría de la unidad de potencia de Honda este año, cuyo rendimiento ha dado un paso adelante respecto a 2019.

En el Fast Nine, Palou marcó la mejor vuelta del día, y tenía ritmo para hacer la pole, pero un problema con el ajuste remoto de suspensiones y alerones le impidió que sus tres últimas vueltas fueran tan buenas como la primera, por lo que se quedó en 7ª posición y saldrá en la tercera fila de la parrilla.