Un año después del accidente, Juan Manuel Correa se ha acercado a Spa para unirse a los homenajes que se le realizarán a Anthoine Hubert. Su coche fue el que impactó con el BWT Arden, pero evidentemente no tiene la culpa de nada.
El ex de Sauber Charouz también estuvo involucrado en el accidente que acabó con la muerte de Hubert. El ecuatoriano sufrió graves lesiones e incluso también se temió por su vida estando dos semanas en coma: “Sentí que había una manera de cerrar el capítulo, pero más importante aún, de rendir mi tributo a Anthoine. No he podido hacerlo apropiadamente desde Miami. Ha sido algo que tenía pendiente. Sentía que debía venir aquí este fin de semana, recibí la invitación del F2, y la acepté de inmediato”, dijo en una entrevista para la Fórmula 2.
Correa está feliz de volver a un circuito, además reconoce durante la entrevista que la familia de Hubert ha estado en contacto con él pendiente de su recuperación: “Estoy feliz de estar aquí, estoy feliz de ver a toda la gente del paddock de nuevo. Pero también va a ser un fin de semana muy emotivo para mí. Los padres de Hubert estuvieron enviando mensajes de texto a mis padres días después del accidente, preguntando cómo estaba yo. Estaban muy preocupados por mí”.
Para después, seguir recordando a Hubert: “Era un chico agradable. Era un buen amigo, aunque en las carreras, no necesariamente nos hacemos amigos de la gente contra la que corremos. Estaba muy tranquilo todo el tiempo, realmente positivo. Es difícil para mí hablar de él. Ya conducir aquí hoy, mirar la pista, me da escalofríos, y todo lo que hago me recuerda a él. Sigue siendo increíble lo que pasó. No parece real en cierto modo”.
En cuanto a su futuro, Correa comenta que espera estar en las parrillas el próximo año: “Me he estado recuperando muy rápidamente, presionando mucho con esa mentalidad de corredor, siempre haciendo más de lo necesario, pero ha funcionado bien. De hecho estoy buscando un regreso para el año que viene, así que antes de lo que pensábamos inicialmente”.