Tras dos carreras en Silverstone donde los neumáticos han sido protagonistas, se espera que la tónica siga en el Circuit de Catalunya este domingo. Si una cosa asemeja a Silverstone y Barcelona es el hecho de que ambos circuitos son muy exigentes con los neumáticos. Además, el calor extremo que se espera que haga acto de presencia este fin de semana en Montmeló también puede poner su granito de arena a que el sufrimiento de las gomas sea aún mayor.
Pese a todo, Pirelli ha decidido no mantener los experimentos que realizó en las dos carreras de Silverstone. El fabricante italiano ha optado por la elección más conservadora: ha traído al gran premio los tres compuestos más duros, con lo que se espera que problemas como los vividos en Silverstone no vuelvan a ocurrir.
Mario Ísola, responsable de Pirelli, afirma que por un lado, los equipos tienen una gran cantidad de datos acerca del circuito pero, a la vez, nunca se ha rodado en el Circuit de Catalunya con el calor de mediados de agosto, con lo que la temperatura va a ser nueva para todos. Esto preocupa al fabricante italiano, ya que puede dar lugar a que la degradación sea aún más alta que de costumbre:
“Es la tercera vez que los equipos ruedan en el Circuit de Catalunya este año pero lo van a hacer en una época del año en la que nadie ha podido competir. La degradación por temperatura puede ser aún mayor que de costumbre, y eso que este circuito ya suele ser muy duro con las gomas. Será esencial controlar esta degradación ya que, de lo contrario, los pilotos sufrirán con la tracción al salir de las curvas. Los entrenamientos libres serán cruciales para saber como gestionar los parámetros”, afirma el técnico italiano.
Será interesante hasta que punto Pirelli puede bregar con una situación que va a ser compleja en el Circuit, y si el fabricante italiano puede evitar problemas como los sufridos por Hamilton, Bottas o Sainz en Silverstone.