La edición número 88 de las 24 Horas de Le Mans nos puede traer sorpresas. La categoría LMP1 tan solo la componen cinco coches, nadie está exento de problemas, por eso mismo los pilotos de LMP2 tienen la ilusión de subirse al podio general. No es una idea del todo descabellada.
Quien cree esto es Oliver Jarvis, que pilotando el Jackie Chan DC Racing Oreca junto a Ho-Pin Tung y Thomas Laurent, finalizó segundo en 2017 detrás del Porsche 919 Hybrid. En esa ocasión también hubo cinco LMP1 en carrera y se retiraran o sufriendo sendos problemas que los alejaron de la lucha. Este 2020 tenemos a los Toyota, los dos Rebellion y el ByKolles, quizás el más irregular de todos.
Espera el podio, pero no una victoria: “No veo la posibilidad de ganar casi como lo hicimos en 2017, esas fueron circunstancias excepcionales. A menos que sea un error del conductor, ambos Toyotas terminarán la carrera. Han estado trabajando con esta tecnología durante algunos años”, decía Jarvis en declaraciones que recoge Motorsport.com.
“Solo necesita un par de autos para tener problemas y luego un LMP2 está de vuelta en el podio. Tercero es una posibilidad real. De hecho, yo diría que hay más posibilidades de que haya un LMP2 en el podio que no”, continuaba al respecto. Este 2020, Jarvis estará en la segunda entrada que lleva Algarve Pro Racing respaldada por G-Drive, sus compañeros serán Nick Tandy y Ryan Cullen.
En cuanto a las aspiraciones del #16, dice: “Creo que es realmente difícil de predecir. Sucedió tarde, no hemos hecho ninguna prueba, Nick no ha estado en un auto LMP2 durante algunos años, pero no excusas, el objetivo es salir y conseguir un buen resultado. Es un campo extremadamente competitivo este año, pero me gusta pensar que somos más que capaces de estar en la pelea al final”, finalizaba.
