Carlos Sainz se ha tenido que conformar con la novena posición de salida en el Gran Premio de La Toscana. El español ha superado a su compañero de equipo Lando Norris en un sábado complicado para ellos, en el que McLaren no ha sido capaz de dar con la tecla en este nuevo circuito. Mañana no será un día fácil, y acabar en la zona de puntos será el objetivo.
Sainz ha hecho su primera vuelta con un neumático usado, y por ello, no ha podido hacer un crono competitivo. Para su segundo intento, Carlos ha montado neumáticos blandos nuevos, pero una bandera amarilla provocada por Esteban Ocon ha arruinado su vuelta y no ha podido pasar el octavo lugar.
Lo positivo es que el español ha sido capaz de superar la Q2 y entrar entre los diez primeros. Además, ha ganado la partida a un piloto de Renault, quienes han demostrado tener un mejor ritmo durante todo el fin de semana. Carlos no cree que hubiese ganado mucho en la Q3, pero obviamente asegura que hubiese estado bien encontrar los límites en esa última vuelta.
“Sí, una lástima, pero tampoco es que hubiésemos ganado mucho. La clasificación ha estado al límite. Probé algo diferente en la clasificación y ha funcionado para pasar a Q3. No creo que en Q3 hubiera ganado mucho, pero me hubiese gustado haber probado el coche y ver si conseguía un 16”3 ó un 16”4″, ha comentado Sainz.
Sainz advierte que tanto Renault como Racing Point son más rápidos, y reconoce que su ritmo de carrera en el día de ayer no fue tan bueno como el de sus rivales más directos. Por ello, anticipa que tendrán un domingo complicado mañana. En lo que a hoy se refiere, contentos por la sorpresa positiva que ha sido llegar a la Q3.
“Habéis visto lo difícil que lo tenemos este fin de semana. Renault y Racing Point van mucho más rápido. En carrera puede ser otra cosa, aunque ayer el ritmo no era gran cosa, así que con la alegría de pasar a Q3 porque no lo esperábamos, pero con la certeza de que mañana puede ser un dia duro”, ha expresado Sainz para terminar.