El pasado miércoles, la IndyCar comenzó unos test en el Indianápolis Motor Speedway, que se alargarán hasta el sábado, para contrarrestar las pruebas que se cancelaron durante el parón por la COVID-19.
La hora de actividad es de 15:00 a 23:00 (hora española), aunque no estará toda la parrilla, tan solo varios coches. Durante el jueves no hubo actividad por las difíciles condiciones climatológicas, pero se volverá a rodar este viernes. La idea de estos días es probar elementos aerodinámicos y neumáticos de cara a las 500 Millas de 2021.
En el trazado se encontraba Takuma Sato, que volvía a pisar el óvala tras conseguir se segunda victorias en las 500 Millas el pasado mes de agosto. El novato Scott McLaughlin, quien disputará la temporada completa en 2021 con Penske, además estuvo acompañado por Rick Mear, cuatro veces ganador de Indy 500 y consultor del equipo desde hace años. Por último, también estuvo Josef Newgarden.
La sesión comenzó 90 minutos después de lo esperado porque los operarios hicieron tareas de limpieza por la lluvia que cayó sobre el trazado. Esto no iba a ser posible durante el jueves y se decidió cancelar la jornada, esta tarde veremos a Scott Dixon junto a Ryan Hunter-Reay, Ed Carpenter y Pato O’Ward.
McLaughlin más que nada viajó al IMS para completar el Programa de orientación para novatos y dijo lo siguiente para la IndyCar al terminar: “Increíble. Me sentí realmente cómodo. Creo que me llevó 45 vueltas ponerme a tono, pero finalmente lo hice”.
Sobre como sentía las curvas, comentaba: “Ves una curva de 90 grados y piensas ‘no hay manera de que pueda pasar por allí’, luego solo esperas que se mantenga, y lo hace. El equipo Penske tiene un paquete increíble aquí para que me ponga al día. Sé lo que tengo debajo de mí y tengo mucha suerte en ese sentido”.
“Me siento en la cima del mundo ahora mismo. He cumplido todos mis objetivos y ahora puedo correr en las 500 Millas de Indianápolis, y eso es exactamente lo que queríamos hacer”, concluía.
