Tras siete años desde la última carrera en Nürburgring, el legendario trazado vuelve para celebrar el GP de Eifel. Pirelli ha escogido los compuestos medios: el C2 para el duro, el C3 para el medio, y el C4 para el blando.
Desde 2013 no se corre en este circuito, así que la Formula 1 no ha competido allí en toda la era híbrida. Por lo tanto, los equipos tendrán que rodar mucho el viernes para poder recopilar los datos necesarios. Pirelli ha optado por la gama media de compuestos debido a que el trazado tiene curvas muy variadas y porque no tiene información reciente sobre el circuito. A pesar de ello, Nürburgring nunca ha sido un circuito especialmente estresante para las ruedas.
Un factor que va a ser clave durante el fin de semana va a ser la meteorología. Es muy probable que llueva y que haya temperaturas bajas, por lo que puede que veamos las ruedas de mojado en acción. La frecuente lluvia en la región de Eifel (las recientes 24 horas de Nürburgring tuvieron que ser paradas durante nueve horas debido a ella) hace que la pista esté resbaladiza y que no se quede suficiente goma en el asfalto.
El trazado provoca unas fuerzas laterales y longitudinales bastante parecidas. La parte más complicada para los neumáticos es la horquilla (curva 7), ya que la rueda delantera izquierda sufre bastante debido a la desaceleración. Los equipos también deben tener cuidado con el frío, ya que este puede provocar grietas en los neumáticos.
Mario Isola ha declarado que consideran a Nürburgring “como un circuito nuevo”. También dice que “el mayor factor será el tiempo, con bajas temperaturas y lluvias, por lo que los equipos y pilotos que mejor se adapten serán los más beneficiados”. Isola ha llegado a afirmar que se podrían ver hasta cinco compuestos distintos a lo largo de todo el fin de semana.