Lance Stroll salía desde el primer lugar en el Gran Premio de Turquía tras clavar una gran vuelta con los neumáticos intermedios durante la clasificación. Cruzó la línea de meta en noveno lugar declarando tras la carrera que no entendía el motivo de su pérdida de ritmo.
El canadiense dominaba la carrera, con el paso de las vueltas todo jugaba a su favor, pero sus intermedios comenzaron a fallar y Sergio Pérez se le echaba encima. Realizaron una segunda parada, mientras que el mexicano se mantenía en pista para terminar en segundo lugar. Ningún miembro del equipo se explicaba lo sucedido, pero Racing Point ya ha visto porque el coche de su piloto no rindió como se esperaba.
Los de Silverstone analizaron el RP20 y han descubierto lo ocurrido, no han dudado en publicar un comunicado a través de redes sociales. La gran degradación que sufría Stroll durante la carrera fue consecuencia de daños en su alerón delantero, desde la vuelta 17 concretamente, cuando el piloto informó de subviraje y graining. Tras la parada el problema fue a más, aseguran los británicos.
Una pequeña aleta del alerón delantero se soltó quedando atascada provocando una pérdida de carga aerodinámica delantera que agrandaba los grandes niveles de desgaste. Racing Point asegura que durante la carrera tenían datos de que se perdía carga aerodinámica, pero para ellos “fue difícil confirmar si los datos eran correctos”. Estos tan solo se pudieron confirmar tras el examen que realizaron los mecánicos tras la carrera.
Stroll, esta vez por causas ajenas a él, ha visto como se esfumaba una gran oportunidad delante de sus ojos tras las críticas y malos resultados que ha obtenido en los últimos Grandes Premios desde su accidente en Mugello. Aunque la Pole conseguida en Turquía demuestra su mejora en condiciones adversas, algo en lo que no ha destacado en categorías inferiores.
