La FIA está asegurándose de que un impacto de la magnitud del accidente del domingo no suceda de nuevo. Para ello, ha reforzado algunas partes del circuito, como la zona del golpe de Grosjean, donde se ha añadido una pila de neumáticos para proteger el guardarraíl.
El accidente del francés puso en alerta a la FIA por la gravedad del impacto. El halo y el traje ignífugo salvaron la vida de un piloto que quedó incrustado en el guardarraíl tras impactar a 221 km/h. Como en el próximo fin de semana se corre en el mismo trazado, la FIA ha introducido una serie de mejoras para mejorar la seguridad del circuito.
A la ya comentada adición de unos neumáticos junto al guardarraíl de la curva 3, se ha añadido una cinta que asegure aún más la zona. En la carrera pasada, y por la imposibilidad de arreglar la zona por el tiempo, se puso un bloque de hormigón, pero la FIA ha considerado que solo era una solución temporal.
Además, en la curva 9 se ha extendido la barrera de neumáticos que había por el aumento de velocidad que supone usar el nuevo trazado. Además, en esa misma zona, entre la curva 8 y 9, se ha quitado un bordillo para evitar que los coches cojan altura.
Todos estos cambios obedecen a una premisa básica de la FIA: la seguridad ante todo. El accidente de Grosjean, uno de los más fuertes que se recuerda en la historia reciente, puso en alerta a la institución en materia de seguridad. No obstante, que el francés sobreviviera sin lesiones graves pone en manifiesto el gran trabajo realizado en los últimos años para proteger la vida de los pilotos y personal que asiste al circuito.
Por las quemaduras sufridas, Grosjean no podrá pilotar en el GP de Sakhir. Su sustituto es Pietro Fittipaldi, reserva de Haas y nieto del mítico piloto. Sin embargo, la intención del francés es correr en Abu Dabi, la última carrera de la temporada.
