Mick Schumacher ha terminado con buenas sensaciones su test en Fiorano. El piloto de la Academia de jóvenes de Ferrari tuvo un día muy tranquilo en el circuito italiano, en el que pudo completar todo su programa de pruebas sin ni un solo contratiempo. El alemán echaba de menos subirse a un monoplaza y asegura que ha sido una muy buena preparación de cara a la temporada 2021.
Schumacher debutará en la Fórmula 1 este año con Haas, y para llegar bien preparado a los test de pretemporada, ha tenido la oportunidad de subirse al SF71H en Fiorano, al igual que otros pilotos. Mick tomó el relevo de Carlos Sainz, quien piloto el miércoles en el circuito italiano. Las sensaciones del hijo de Michael Schumacher fueron buenas y espera seguir en esta línea en Baréin, ya vestido con la ropa de su nuevo equipo.
“Finalmente, volver a sentarme en un coche de carreras es una sensación que echaba de menos. Creo que ayer fue un día positivo en el circuito, y pudimos realizar sin problema todo el programa que teníamos previsto. Nos ha venido bien para ganar kilometraje de cara a esta próxima temporada, la cual empezará en mes y medio con los test”, ha comentado Schumacher.
Schumacher además, reconoce que el coche de 2018 (el SF71H) es una gran base para prepararse de cara al nuevo monoplaza al que se subirá en 2021. Dar vueltas en un circuito con tanta historia como Fiorano es algo especial para él, al igual que haber vuelto a trabajar con los ingenieros y mecánicos con quienes ya estuvo durante el mes de septiembre.
“El coche de 2018 es una gran base para prepararnos de cara a la nueva temporada. Además, pilotar en Fiorano siempre es genial, ya que el circuito es técnico y exigente. Ha sido un placer volver a ver a los ingenieros y a los mecánicos, con quienes ya estuve trabajando en septiembre. Tengo muchas ganas de volver”, ha finalizado Mick.
