Como bien ha avanzado Daily Mail, Max Mosley ha fallecido este lunes en su domicilio a sus 81 años. Fue presidente de la FIA desde el año 1991 hasta el 2009, momento que le sustituyó Jean Todt.
Mosley decidió no buscar la reelección por aquel entonces, pero propuso grandes cambios en los coches de carreras y en las pistas para mejorar la seguridad de los pilotos. El gran ejemplo, el HANS. Todo ello por lo dos trágicos accidentes de 1994 en Imola que dejaron las muertes de Ayrton Senna y Roland Ratzenberger.
Estuvo en el punto de mira en 2005, ya que en el Gran Premio de Estados Unidos de ese año tan solo participaron seis coches debido a las preocupaciones que crecieron con los neumáticos Michelin. En 2009, cuando la FIA estaba en conflicto con algunos equipos de la parrilla de Fórmula 1, Mosley quiso introducir nuevas reglas para reducir costes.
Mosley también ha sido conocido por sus controversias en su vida personal, dejando una marca importante en el deporte y en la industria automotriz en general. Fue abogado y fundador de March Engineering, un constructor de coches de carreras y equipo de Fórmula 1. Igualmente, estuvo muy involucrado a la sanción que se le impuso a McLaren en 2007 por el espionaje.
Bernie Ecclestone ha declarado en MailOnline que ha sido como «perder a un hermano». «Nos entendimos. Significaba que uno de nosotros podía criticar al otro si no nos gustaba una idea en particular. Siempre me mantuve en contacto con él y hablábamos a menudo. Max hizo muchas cosas buenas por el deporte del motor e hizo muchas cosas buenas por la industria del motor en términos de hacer que los coches sean súper seguros».