Algunos equipos podrían estar corriendo con una presión de los neumáticos inferior a la recomendada por Pirelli

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Lewis Hamilton en Bakú | Fuente: Pirelli Motorsport

Los alerones flexibles han dado mucho que hablar en las últimas semanas, pero ahora la polémica se traslada a la presión de los neumáticos. Se han detectado presiones inferiores a las recomendadas por Pirelli en las gomas que algunos pilotos montaron en Bakú.

El Gran Premio de Azerbaiyán trajo consigo una polémica por los accidentes de Lance Stroll y Max Verstappen. Pirelli abrió una investigación para indagar en la causa de los pinchazos que los dos pilotos sufrieron; además, se produjeron en dos de las zonas de mayor velocidad de la pista.

En un primer momento, el fabricante italiano hizo referencia a suciedad en la pista que podría haber provocado cortes en los neumáticos. Sin embargo, Pirelli ordenó también que se realicen pruebas microscópicas para determinar el problema real. Está previsto que los resultados se conozcan el próximo lunes.

Además de analizar los neumáticos de Stroll y Verstappen, Pirelli también analizará las gomas de aquellos pilotos que hicieron un stint largo y no sufrieron reventones. Según informa La Gazzeta dello Sport, los análisis que se han realizado no muestran signos de defectos de fábrica ni fallos estructurales, por lo que el fabricante ha ido un paso más allá.

Ahora se plantea la posibilidad de que tanto Red Bull como Aston Martin rodaran con un presión de inflado de las gomas inferior a la recomendada por Pirelli. La presión de la parte trasera en clasificación y en carrera era de 20 PSI, mientras que en los entrenamientos libres incluso se redujo a 19 PSI.

Desde 2015, la FIA permite a Pirelli incluir en sus gomas la presión de inflado recomendada y esto es sometido a un estricto control por parte de la Federación. Sin embargo, ocurre lo mismo que con los alerones flexibles: todo está en orden cuando los monoplazas están parados, pero todo puede cambiar a mayor velocidad y temperatura.

Las gomas de los pilotos suelen salir a pista a una temperatura máxima de 80ºC, aunque se rumorea que los equipos pueden bajar la presión por debajo del límite que marca Pirelli, lo que provoca un mayor estrés de lo habitual.

Sin embargo, no es ninguna novedad que los equipos busquen sacar partido de las zonas grises del reglamento. La FIA controla la presión de las gomas; si detecta que es inferior a la recomendada por el fabricante les obliga a adaptarla. Sin embargo, los equipos que pasan todos los controles y después tienen sistemas para bajar la presión no reciben ninguna sanción. Por tanto, estas escuderías podrían estar ganando ventaja.

A través de la telemetría, la FIA puede ver los datos y la presión de los neumáticos en tiempo real. Sin embargo, pueden ocultar si los datos que aparecen han sido modificados mediante algoritmos. Esto podría cambiar radicalmente a partir de 2022, pues la FIA podría tomar cartas en el asunto para impedir esto. Además, será objeto de críticas el próximo fin de semana, en el Gran Premio de Francia.

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Periodista. Apasionada del mundo del motor y de escribir sobre todo lo que le rodea.