A diferencia de Mónaco, donde Valtteri Bottas si supo sacar provecho al rendimiento del W12 mientras su compañero sufría, la historia de Bakú ha sido muy diferente. También se ha quedado fuera de los puntos y siendo inferior con un coche ganador.
“No lo entendemos del todo, pero definitivamente no tenemos suficiente ritmo. Desde el principio, fue difícil mantener el ritmo”, comentaba el piloto de Mercedes para Motorsport-Magazin. El finlandés volvió a recordad el problema que tiene su equipo a la hora de calentar los neumáticos. Una prueba de ello fue la resalida tras la bandera roja, donde Bottas fue adelantado por muchos pilotos. La temperatura de la pista bajó considerablemente el día de la carrera. “Una de las debilidades de nuestro coche este año es el calentamiento de los neumáticos. En el reinicio no tuve ninguna oportunidad, los coches pasaron a izquierda y derecha, no fue divertido”.
Lewis Hamilton cambió la configuración de su ala para la clasificación y la carrera, le funcionó. Bottas se mantuvo con un ajuste similar todo el fin de semana y descarta que sea ese el gran culpable de su desventaja con el británico. “Creo que es algo que tenemos que revisar, pero sabemos que no va a ser mucho, va a ser, como máximo, una décima, así que no creo que sea la clave”.
Finalmente cruzó la meta decimosegundo lugar, solo por delante de los Williams, Haas y su propio compañero que falló en la curva 1. En el primer stint, Bottas luchaba por posiciones con Sebastian Vettel, pero tras las primeras paradas se quedó por detrás de Lando Norris, siendo incapaz de adelantare. Valtteri sigue estando en el punto de mira para el año 2022 y estas actuaciones no ayudan. Curiosamente, George Russell estuvo a rebufo durante varias vueltas.
