Antonio Félix Da Costa logró la victoria el pasado domingo en las 8 Horas de Portimao con el JOTA #38. El portugués ganó en la categoría LMP2 y, además, lo hizo en su carrera de casa, por lo que fue doblemente especial.
Da Costa compartía su JOTA #38 con Anthony Davidson y Roberto González, pero el portugués jugó un papel muy importante al final de la carrera. El piloto se encargó de hacer el último relevo de su equipo, González le había dejado el coche en la segunda posición. En el JOTA #28, Stoffel Vandoorne le cedió el volante a Tom Blomqvist para que realizara el tramo final de la carrera.
En ese momento, el #28 lideraba, pero Da Costa ejerció una fuerte presión sobre él en las últimas vueltas para hacerse con el liderato a falta de cinco minutos para el final. El portugués celebra la victoria y, aunque la falta de público en las gradas, está contento con su actuación.
«Es mi primera victoria internacional en casa, es increíble. Es muy triste que estemos en esta pandemia y no pueda haber gente. Hubiera sido increíble ver las gradas llenas y el apoyo hoy. Es lo que es, pero esto súper contento con esto. Es mi tercera victoria consecutiva en tres coches diferentes, así que estoy cogiendo la ola, disfrutando de la vida, pasando buenos momentos con estos chicos y con el equipo«, ha comentado en declaraciones recogidas por Autosport.
Para Da Costa, una de las claves de ese adelantamiento final fue el tráfico. El portugués vio la oportunidad y no lo dudó, pues sabía que aunque tenía más velocidad, no podría adelantar sin tráfico.
«Estaba pilotando realmente bien, sin cometer errores. Yo simplemente estaba esperando a tener tráfico si la oportunidad llegaba. Pude ver los GT llegar más lentos y decidí cerrar el ‘gap’ en esta vuelta para tener una oportunidad y ocurrió. Lo siento por él porque yo estuve exactamente en la misma situación en Baréin, pero estoy muy contento de ganar en casa».
La pelea comenzó en la primera vuelta
Fueron precisamente Da Costa y Blomqvist los que comenzaron la carrera en sus respectivos coches. El #28 trompeó tras un toque con el #38, lo que le llevó a caer varias posiciones en la clasificación. Da Costa se ha disculpado con su compañero de equipo y agradece haber tenido al final de la carrera la oportunidad de luchar de una forma limpia.
«Fue una situación incómoda; cuando vi que no iba a funcionar intenté retroceder, pero solo necesitaba otro metro para hacerlo funcionar. Supongo que Tom no me vio y terminé golpeando contra él. Me sentí muy mal. Fue un incidente de carrera, pero no quieres tocarte con tu compañero de equipo. Estoy muy contento de haber tenido ese enfrentamiento final para aclarar las cosas y tener una pelea limpia y agradable para dar algo de espectáculo. Pido disculpas a todo el equipo y al #28. No quise que eso sucediera, obviamente», ha añadido.
Por otro lado, también ha hablado Davidson, compañero de Da Costa en el JOTA #38. El piloto británico explica que disfrutó viendo al portugués y a Blomqvist luchar sobre la pista, algo que, por ejemplo, Toyota impidió con sus órdenes de equipo.
«Es divertido ver a los dos coches de JOTA pelearse al final de la forma en la que deberían pelearse. Sin órdenes de equipo, solo confiaban en los profesionales que había detrás del volante para hacer lo que mejor saben hacer. Había un gran respeto entre Antonio y Tom», ha apuntado Davidson.
El británico sabe que para que esas luchas sobre la pista sean posibles es necesario el respeto y, en este caso, considera que lo hubo. Además, confiesa que disfruta viendo a Da Costa sobre la pista.
«Necesitas ese respeto mutuo. Tenemos eso en el equipo y fue divertido ver eso con el corazón en la boca. Es divertido ver a Antonio en la cima de su juego en este momento. Simplemente disfruto viendo a este tipo y teniéndolo en nuestro equipo«, ha añadido para cerrar.