Kevin Magnussen está esperando a que se presente su Peugeot para debutar en la categoría Hypercar en 2022. Mientras tanto, ya ha probado con el High Class Racing con el que disputará las 24 Horas de Le Mans de este año.
El ex piloto de Haas estará acompañado en Le Sarthe por su padre, Jan, y Anders Fjordbach, con quienes ha estado durante dos días en Motorland Aragón testeando este Oreca-Gibson 07. “Hicimos un gran progreso durante los dos días y, si comparamos nuestra velocidad con los otros equipos de LMP2 que también probaron esta semana, parece fuerte”, ha comentado Magnussen sobre esta prueba que tuvo lugar la semana pasada.
Comenta como van la relación entre los tres, uno de los pilares fundamentales para esta prueba según él. “Todos dimos los mismos comentarios a los ingenieros después de nuestras carreras y, si estamos de acuerdo en cómo debería comportarse el coche, entonces, como dije, es un comienzo realmente bueno”.
Magnussen llegó a Aragón desde Road América, donde sustituyó a Félix Rosenqvist en McLaren. Aseguró que ha sido fantástico comentar que se necesita para mejorar junto a su padre. “Fue divertido e interesante escuchar los comentarios de los demás, y fue especialmente divertido pararse y comparar los datos de mi padre con los míos”.
“Hemos trabajado muy duro para que este proyecto sea un éxito, y todavía tenemos mucho trabajo por delante”, comentaba por otro lado Jan. “Pero, en medio de todo, en realidad somos solo padre e hijo en una pista de carreras, haciendo algo juntos con lo que solo habíamos podido soñar hasta ahora”, añadía sin comentar que se le puso la piel de gallina al ver a su hijo en su mismo coche.
Tras muchos intentos, los Magnussen estarán juntos en Le Mans. Han tenido que esperar hasta la última oportunidad, ya que Kevin estará con Peugeot a partir de la temporada que viene y por parte de Jan asegura que será “demasiado mayor” en el futuro.