Honda detectó grietas en el motor de Max Verstappen entre la clasificación y la carrera del Gran Premio de Hungría. Ahora, los japoneses intentarán salvar el motor, aunque no tienen demasiadas expectativas puestas en ello.
El accidente de Verstappen en Silverstone fue de 51G, lo que puso en riesgo la vida útil de su unidad de potencia. Pese a todo, Honda pudo salvarla y comenzaron el fin de semana con ella. El sábado por la noche, después de la clasificación, Red Bull hizo una inspección rutinaria y encontraron grietas en el motor, lo que les instó a cambiarlo para el domingo.
“Después de la clasificación, el coche volvió, quitamos el capó y la cubierta y lo encontramos mientras revisábamos la unidad de potencia. Habíamos comprobado lo mismo antes de la clasificación y no había nada malo. Sin embargo, después de la clasificación había grietas y el aceite se estaba filtrando. No hubo ningún impacto en los datos ni en el rendimiento, por lo que no fue nada que aparezca en los datos”, ha revelado Toyoharu Tanabe, director técnico de Honda, en declaraciones a Motorsport.com.
Honda, en lugar de desechar por completo el motor, ha optado por enviarlo a la fábrica para intentar repararlo. Los japoneses no confían demasiado en que sea posible, pero lo intentarán. De lo contrario, Verstappen no pondrá montar otro motor en la segunda mitad de la temporada sin penalizar.
“Lo enviaremos de vuelta a Sakura para comprobar la situación de la grieta y su posición. Entonces podremos averiguar qué sucederá en el futuro y considerar si se puede reparar o no. Dado que no es posible reemplazar partes, consideraremos si se puede reparar desde el exterior. El resultado de eso determinará si se puede usar o no en el futuro. No lo sé, pero siento que es una situación bastante difícil”, ha añadido.
Sin embargo, el motor de Verstappen no es el único comprometido. Después del toque que sufrió Sergio Pérez en Hungaroring, su unidad de potencia también puede haber sufrido daños. Tanabe ha revelado que hay algunas anomalías en los datos, por lo que también se someterá a una exhaustiva revisión.
“Hay algunas anomalías en los datos, por lo que creo que puede ser bastante difícil seguir usándolos en el futuro“, ha señalado Toyoharu para cerrar.
