Max Verstappen se ha proclamado ganador de este Gran Premio de Bélgica sprint, pues la lluvia ha impedido correr. Los pilotos han completado cuatro vueltas detrás del coche de seguridad y se han repartido la mitad de puntos. George Russell y Lewis Hamilton han completado el podio.
Las condiciones de la pista antes de que comenzara la carrera eran muy complicadas, con el 100% de probabilidad de lluvia durante toda la tarde y con algunas novedades en la parrilla con respecto a la clasificación de ayer. Lando Norris ha recibido una penalización de cinco posiciones por cambiar la caja de cambios tras su accidente ayer en Eau Rouge y el Raidillon. Kimi Räikkönen ha comenzado desde el pitlane por cambiar elementos de su coche en régimen de parque cerrado.
La principal novedad la ha protagonizado Sergio Pérez. El piloto de Red Bull ha perdido el control de su monoplaza durante la vuelta de salida a la parrilla y ha impactado contra las protecciones. Los daños en la suspensión derecha eran tan evidentes que los de Milton Keynes no pudieron repararlo a tiempo, por lo que ni siquiera ha tomado la salida.
Dirección de carrera primero anunció que la vuelta de formación comenzaría detrás del coche de seguridad. Cuando los pilotos ya estaban prácticamente solos en la parrilla, anunciaron un retraso de 10 minutos, para continuar aplazando el procedimiento de salida hasta las 15:25. Red Bull ha trabajado durante este plazo en el coche de Checo Pérez, pero finalmente no han conseguido repararlo a tiempo.
Después de dos vueltas de formación detrás del coche de seguridad, dirección de carrera ha decidido sacar bandera roja. Los pilotos han reportado por radio problemas de visibilidad e incluso aquaplaning. Mientras tanto, Red Bull trabajaba para reparar el coche de Pérez, mientras que Michael Masi le informaba de que no podrían tomar la salida porque volvieron a boxes con ayuda después del accidente. Su Team Manager argumentó que la carrera todavía no había comenzado y, por tanto, sí podrían salir. El director de carrera de la FIA reculó y confirmó que lo consultaría con los comisarios.
Masi afirmó poco después por radio a Mercedes que el tiempo de carrera empezó a contar a las 15:00. Con la nueva norma, una carrera puede durar un máximo de tres horas, lo que significaba que tendría que terminar, como máximo, a las 18:00. Sin embargo, la FIA paró el reloj a falta de una hora por “causa de fuerza mayor”. Esto implicaba que si se relanzaba la carrera, todavía quedaría una hora por delante.
Masi confirmó por radio que la idea era buscar un hueco en el radar para correr. El coche médico y el Safety Car dieron vueltas de reconocimiento alrededor de la pista para evaluar las condiciones, incluso sacaron una máquina para evacuar agua del circuito. Después de varias actualizaciones sobre el tiempo, dirección de carrera anunció que a las 18:17 se pondría en marcha la carrera. La incertidumbre era si se completarían 33 vueltas de carrera o las dos que hacía falta para que se repartieran la mitad de los puntos.
A la hora prevista salieron todos los coches del pitlane, detrás del coche de seguridad y comenzó a descontar el tiempo. Las condiciones de la pista y la visibilidad eran muy parecidas a las de las 15:00. Los pilotos consiguieron completar las dos primeras vueltas, lo que implicaba que se reparten la mitad de los puntos, pase lo que pase después. Pérez alertaba de una mejor de la pista en el último sector.
Apenas nueve minutos después de salir a la pista, Masi dio la orden de sacar bandera roja de nuevo. Después de algunos minutos más de espera, la FIA anunció que la carrera no se relanzaría.
