El caos del Gran Premio de Hungría permitió a Sebastian Vettel conseguir un gran segundo puesto y luchó por dar caza a Esteban Ocon que le hubiera dado la victoria, pero no fue posible.
Antes de llegar a la calle de boxes al acabar la carrera, Vettel tuvo que abandonar su AMR21, es decir, no lo llevó hasta su sitio reservado bajo el podio. Después de todas las celebraciones, la FIA hacía oficial una investigación sobre el #5. Se desveló que había menos de un litro de combustible, por lo tanto, descalificado, tal y como mandan las reglas.
Aston Martin puso en marcha una revisión de la sanción, pero fue en vano. Las evidencias, en las que se indicaba que hubo una fuga en el tanque que no detectaron, no fueron suficientes para los comisarios de la FIA. “Mirando hacia atrás, creo que está claro, las reglas son como son y nos descalificaron”, ha dicho el alemán en rueda de prensa durante el GP de Bélgica.
“Mirando hacia adelante, obviamente es un sabor amargo. No deseas que le suceda a nadie. Fue un gran resultado para nosotros como equipo y muchos puntos que anotamos, muy decepcionantes”, decía. Vettel confiesa que en ningún momento vieron indicios de que algo podría estar mal.
“Obviamente durante la carrera tuvimos el combustible bajo control, o eso pensamos. Y, sí, obviamente al final, creo que fue en la última vuelta en la que descubrimos que algo podría no estar bien. Nos sorprendió mucho que el coche no tuviera combustible, así que es muy amargo, pero esas son las reglas. Así que tenemos que aceptar y seguir” reflexionaba el de Aston Martin.
Los 18 puntos podrán costar a finales de año, pero Vettel cree que tendrá oportunidades en esta segunda parte de año. “Fue un día muy importante, porque también hay puntos importantes para nosotros, pero sí, obviamente tenemos muchas carreras ahora y tratamos de exprimir algunos puntos en ellas”.
